El catálogo feriante de Carnivale

El nomadismo es una realidad para muchas personas que viven en el camino. Es parte de la identidad del feriante y de todo el que trabaja buscando fortuna entre las bambalinas polvorientas de los parques de atracciones. También existe un  nomadismo mental que hace a la mente transmutable, heterogénea, poco convencional. Aurora Rumí explora los mundos del neón, el algodón de azúcar y la música de feria en Carnivale, una serie de ilustraciones inspiradas en la lona de las carpas y los freak show del imaginario estadounidense.
Aunque en ocasiones compartan la estética de secarral desértico y aparentemente inerte, no es en Estados Unidos sino en Almería donde Aurora Rumí desarrolló su curiosidad por las ferias. También le pasó a The Pogues, pero la fascinación de la ilustradora almeriense se deja llevar más por el catálogo antropológico y la estética Retro Kitsch. «LLevo toda la vida disfrutando de la feria de Almeria y otras verbenas, de los carteles de neón y la megafonía de las salchichas Uranga. Me encantan los personajes que puedes encontrar. Las chonis lucen sus trapitos mas brillantes y sus chicos sacan músculo golpeando el punch ball», explica.
Como no hay feria sin circo, Rumí se dejó llevar por la llamada del freak show y el surrealismo que inspira las atracciones hechas personas. «El surrealismo está patente en la figura humana (que me gusta representar desde siempre) sacada de escala y utilizada como soporte de superestructuras de atracciones de feria», dice. «El punto de arranque para decidirme a completar esta serie con la que llevaba tiempo en mente fue mi paso por el circo. Trabajé durante tres meses y disfrute al máximo de la experiencia».
Rumí niega que la serie de televisión del mismo nombre, Carnivale, haya sido el hilo conductor de esta colección de dibujos aunque, evidentemente, ha ejercido alguna influencia. «Mi visión marca aspectos realistas de este mundillo, pero también otros más fantásticos que sí me encantan de la serie». señala. Sin embargo, la ilustradora afirma que necesita vivir las experiencias que lleva al papel. «Necesito comunicar y recrear artísticamente historias que he vivido, imágenes de situaciones y personajes que he presenciado en primera persona».
Para Carnivale, Aurora Rumí dice que parte siempre del lápiz o el bolígrafo sobre papel. «Me gusta disfrutar y plasmar la expresividad de este trazo. Posteriormente, digitalizo mis bocetos y coloreo en Photoshop con paleta gráfica. En algunas composiciones hay imágenes fotográficas como fondo», cuenta.
El resultado el un microtratado antropológico de estéticas y fantasías, un submundo que se esconde tras las caravanas, tras los puestos ambulantes y tras alguna parte sórdida del pensamiento.