Esa clase de tristeza que no sabes cómo llamar
En un mercado de barrio, donde los puestos se alinean como pequeñas islas llenas de historias, Julia abre su floristería cada lunes con la misma rutina. Siempre es igual y todos lo saben. El color de las flores, la luz que entra por la persiana, la energía que despliega… Todo depende del resultado del Atleti. Pero esta vez algo falla.



