Los medios de comunicaciรณn tienen un buen montรณn de problemas encima: la desconexiรณn con los consumidores mรกs jรณvenes (al menos en todo lo que no es entretenimiento), el cambio industrial que ha supuesto internet (y su consecuente desplazamiento de audiencia a otros entornos), la necesidad de adaptaciรณn a nuevos soportes (ya no sรณlo es de papel a online, sino tambiรฉn a tablet, a mรณvil y a wearable) o, especialmente y como consecuencia de todo lo anterior, la pรฉrdida de ingresos por publicidad.
Cada uno de estos problemas tiene su diagnรณstico propio.
Lo que respecta al alejamiento del pรบblico joven es fรกcilmente detectable: cada vez menos jรณvenes se informan a travรฉs de medios de comunicaciรณn, muy especialmente tradicionales, y sรณlo hay honrosas excepciones a esta tendencia. Antes sus fuentes pasaron a ser los bloggers y ahora lo son las redes sociales o, incluso, los servicios de mensajerรญa como Snapchat, donde muchos medios empiezan a crear perfiles propios para intentar reconectar con ellos (fuera de Espaรฑa, claro).
Este problema, ademรกs, no se refiere sรณlo a la informaciรณn: la industria del entretenimiento tambiรฉn pierde su parte, y no sรณlo por una cuestiรณn de piraterรญa sino por la multiplicidad de oferta independiente, empezando por el brutal salto generacional del fenรณmeno youtuber(o instagramer) que tan en evidencia ha quedado con la polรฉmica entrevista a โEl Rubiusโ en el suplemento de El Mundo hace unos dรญas y la airada respuesta del descontento protagonista.
No le falta razรณn a Quique Peinado, colaborador de la revista, en su intervenciรณn: no le gustan los โyoutubersโ, pero la industria de los medios tiene mรกs que aprender de ellos que de criticarles. Y este es sรณlo un ejemplo mรกs, el รบltimo de tantos.
Toda esa desconexiรณn no deja de ser una consecuencia de la apariciรณn de internet como fenรณmeno generalizado y de la falta de velocidad de adaptaciรณn de los medios de comunicaciรณn. De esto ya hemos hablado mรกs veces, pero el talante conservador de los medios, la crisis econรณmica y la falta de inversiรณn en adaptarse a las pantallas (todas ellas) han terminado por provocar la tormenta perfecta.
Las consecuencias ya se saben: multiplicaciรณn de la competencia independiente, caรญda en usuarios y despidos masivos. Y eso por no hablar de la consecuente pรฉrdida de influencia, que es quizรก lo que peor se lleva, porque el futuro del negocio parece estar en manos de otros.
Un viejo dicho afirma que cuando el hambre entra por la puerta el amor salta por la ventana. Y algo asรญ le ha pasado a los medios: la falta de dinero ha sacado lo peor de cada uno. Contenidos hechos sรณlo buscando el click fรกcil, el posicionamiento por encima de todo, el uso invasivo de las redes sociales y la superabundancia de publicidad, a veces muy mal disimulada, como fรณrmulas de choque: el paciente se muere y necesita urgentemente una transfusiรณn.
[pullquote]Los medios online no han sabido todavรญa cรณmo hacer buena publicidad, y eso que el modelo presenta todas las ventajas posibles: es cuantificable, medible, personalizable, multimedia, interactiva y mil cosas mรกs[/pullquote]
La cuestiรณn es que, ademรกs de algunos problemas, internet es tambiรฉn una plataforma de soluciones. Posiblemente tiene mรกs de tabla de salvaciรณn que de iceberg, pero de eso aรบn no se han dado cuenta muchos gestores de medios. Ni tampoco los anunciantes. A decir verdad, quizรก tampoco muchos usuarios, reacios a pagar por casi nada.
Asรญ las cosas, necesitamos dinero pero los usuarios no lo dan. La soluciรณn ha sido clara: la publicidad. A fin de cuentas, es la publicidad y no el pago por el contenido lo que ha sostenido a los medios tradicionales (hasta que ha dejado de hacerlo, claro). La televisiรณn es (normalmente) gratis y la industria comunicativa mรกs boyante. Tambiรฉn lo es la radio, y tiene fichajes estrella con nรณminas que cortan el hipo (a pesar de que la audiencia es posiblemente la mรกs afectada en los รบltimos aรฑos)
El problema es que los medios online no han sabido todavรญa cรณmo hacer buena publicidad, y eso que el modelo presenta todas las ventajas posibles: es cuantificable, medible, personalizable, multimedia, interactiva y mil cosas mรกs. La cosa es que, para hacerla bien, fallamos en la base: nos hacemos trampas hasta contando la audiencia de forma que el anunciante no tiene informaciรณn real y significativa de cuรกntos (y mรกs importante, quiรฉnes) consumen quรฉ.
Eso, en parte, explica por quรฉ muchos anunciantes aรบn son reacios a dar el salto a lo online. O eso o la dramรกtica certeza de que la publicidad, tal y como se hace, no tiene demasiado impacto en medios impresos o digitales.
(ยฟOyes eso? Es la indignaciรณn de no pocos lectores del gremio que han llegado hasta aquรญ)
En papel es complicado saber cuรกnta gente ha mirado un faldรณn de un periรณdico, mucho menos cuรกnta gente lo ha entendido, a cuรกntos le han interesado y quรฉ impacto ha tenido finalmente en ventas. En online se mide en impresiones (cuรกntas veces se muestra en pantalla โy tambiรฉn por cuรกnto tiempo-) y tambiรฉn en clicks. Irrisorios, todo hay que decirlo, porque casi nadie pincha en anuncios. Al menos, voluntariamente.
Asรญ que la cosa ha pasado a multiplicar los pop-ups, a falsear los botones de cierre de los banners (ยฟsabes eso de intentar cerrar algo y que se abra?) y a hacerlos cada vez mรกs intrusivos. Si el usuario no quiere pagar ni tampoco consumir publicidad, los medios y los anunciantes le obligan a hacerlo. Pero olvidan una mรกxima: una publicidad que molesta es una mala publicidad.
Ante eso surgen los AdBlockers, usados por los usuarios precisamente para โcaparโ todos los molestos anuncios, con el consecuente brutal impacto econรณmico en la maltrecha industria. La puntilla.
[pullquote]La cosa pasa por ahรญ: adaptar el mensaje (publicitario) al medio y sus caracterรญsticas. Nuevas narrativas, multimedialidad, diseรฑoโฆ y honradez[/pullquote]
Y ahรญ es donde puede tener algo que hacer el llamado branded content, o contenido patrocinado, que no deja de ser una adaptaciรณn mรกs elegante de la publicidad indisimulada. La cosa es que hay branded content genialmente hecho, como esto de The New York Times o esto de Xataka (y este intento de ElEspanol.com), por poner ejemplos patrios.
La cosa pasa por ahรญ: adaptar el mensaje (publicitario) al medio y sus caracterรญsticas. Nuevas narrativas, multimedialidad (toma palabra), diseรฑoโฆ y honradez. The New York Times creรณ una unidad publicitaria al margen de su redacciรณn para no โmancharโ su objetividad (ยซThe news and editorial staffs of The New York Times had no role in this postโs preparationยป, reza en el pie de cada artรญculo de este tipo) y dejan claro en la propia URL del contenido que es ยซPaid postยป, contenido pagado.
Si yo fuera una marca preferirรญa que los medios contaran historias relacionadas conmigo, historias interesantes que merecieran la pena para el usuario. Porque eso es, al final, lo que quiere hacer el usuario: consumir cosas interesantes ยฟO es que acaso no es publicidad cada artรญculo que se escribe sobre Apple o el Real Madrid cuando se habla de su รบltima keynote o de su prรณximo fichaje? Y eso los lectores lo consumen con avidez.
Ahora la pregunta es: ยฟpagarรกn los anunciantes por un formato asรญ, aceptando que se cuente una historia sobre ellos aunque no necesariamente sea la que ellos querrรญan contar?
[โฆ] ยฟPuede el contenido patrocinado salvar a los medios de comunicaciรณn? [โฆ]
[โฆ] Pero controlar el canal de distribuciรณn de contenido y tener un detallado catรกlogo del pรบblico no le bastaba. Ahora Facebook ha puesto en marcha la รบltima pata del proceso: la generaciรณn de contenido propio. Ha hecho varios intentos (una plataforma de compra-venta, comunidades temรกticasโฆ) y finalmente se ha decidido por la industria mรกs necesitada de cuantas hay compatibles con ella misma que, ademรกs, es especialmente sensible al mercado publicitario. [โฆ]
[โฆ] Pero controlar el canal de distribuciรณn de contenido y tener un detallado catรกlogo del pรบblico no le bastaba. Ahora Facebook ha puesto en marcha la รบltima pata del proceso: la generaciรณn de contenido propio. Ha hecho varios intentos (una plataforma de compra-venta, comunidades temรกticasโฆ) y finalmente se ha decidido por la industria mรกs necesitada de cuantas hay compatibles con ella misma que, ademรกs, es especialmente sensible al mercado publicitario. [โฆ]