Manuel B. Cossรญo, el maestro del arte de saber ver

Fue el principal discรญpulo de Giner de los Rรญos. Llegรณ a vivir junto a รฉl y su familia en su casa de Madrid, la que hoy es sede de la Fundaciรณn Francisco Giner de los Rรญos, que รฉl mismo fundรณ en 1916, un aรฑo despuรฉs de la muerte de su maestro. Pero Manuel B. Cossรญo no sรณlo fue una de las grandes figuras de la Instituciรณn Libre de Enseรฑanza (ILE) y del institucionalismo. Es a รฉl a quien, en gran medida, debemos el que la historia del arte comenzara a estudiarse en la escuela y que el Greco se convirtiera en el pintor universal que es hoy.

El pedagogo e historiador del arte no concebรญa el proceso de conocimiento sin el goce estรฉtico. Y este, a su vez, resultaba inseparable del imperativo รฉtico. De ahรญ su esfuerzo por impulsar y consolidar el trabajo que la ILE comenzรณ a realizar a finales del XIX para lograr la categorรญa de disciplina cientรญfica para la historia del arte.

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Manuel B. Cossiฬo delante del arco mudeฬjar del jardiฬn de la Institucioฬn Libre de Ensenฬƒanza (Madrid, anฬƒos veinte) Fundacioฬn Francisco Giner de los Riฬos, Madrid.

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Maurice Fromkes ยซRetrato de Manuel B. Cossiฬoยป [1925-1930]. Oฬleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado, Madrid.
El disfrute de la producciรณn artรญstica era esencial en la labor educativa para Cossรญo. Por eso, desde 1870 impulsรณ excursiones escolares al Museo del Prado. Las conocidas como ยซvisitas instructivasยป, con niรฑos de distintas edades, incluidos los de parvulario, se convirtieron en un referente para los reformadores de la enseรฑanza europeos de la รฉpoca (รฉl mismo las defendiรณ durante el Congreso Internacional de la Enseรฑanza de Bruselas, en 1880). Con ellas, Cossรญo trataba de cambiar el concepto de museo que imperaba en el momento:

[pullquote]Los museos de bellas artes se han considerado hasta aquรญ sรณlo bajo dos aspectos; o bien como destinados a la contemplaciรณn y puro goce estรฉtico o dedicados exclusivamente al aprendizaje especial del artista, pero nunca como centros donde la educaciรณn artรญstica, no la particular, sino la general del hombre, tanto bajo el punto de vista de la inteligencia como del sentimiento, debe desenvolverse[/pullquote]

Pero los escolares no eran los รบnicos a los que beneficiaba esta faceta social y pedagรณgica de los museos reivindicada por Cossรญo. Tenรญa ya 74 aรฑos cuando el pedagogo se embarca en las Misiones Pedagรณgicas e incorpora dentro de estas un museo de pintura itinerante. Su objetivo, como explica la historiadora de arte Carmen Rodrรญguez Fernรกndez-Salguero, era que ยซel pueblo, por el que sentรญa un respecto y devociรณn comparables a la profunda tristeza que le ocasionaba verlo sumido en tal estado de abandono espiritual, pudiese olvidarse por un momento del trabajo fรญsico y de la realidad cotidiana, y conociese los goces derivados de la contemplaciรณn de algunas de las obras mรกs representativas del tesoro artรญstico espaรฑolยป.

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Sala del Museo del Pueblo en una de las localidades donde tuvieron lugar las Misiones Pedagoฬgicas, en la que se ven las copias de las obras โ€˜La resurreccioฬn de Cristoโ€™, del Greco, โ€˜El peleleโ€™, de Goya, y โ€˜Las hilanderasโ€™, de Velaฬzquezโ€™ (1932) Residencia de Estudiantes, Madrid.

El Museo Ambulante o Museo del Pueblo hizo posible que los habitantes de zonas rurales remotas que nunca habรญan salido de sus pueblos conocieran, a travรฉs de copias manuales de gran calidad, algunas de las principales obras de la pintura espaรฑola desde finales del XV hasta principios del XIX. Con la colaboraciรณn de โ€˜misionerosโ€™ como Luis Cernuda o Ramรณn Gaya, la iniciativa no se limitaba a la exposiciรณn de los cuadros. Tambiรฉn incluรญa otras actividades como lecturas de poemas y romances, proyecciones de diapositivas y sesiones de cine o las denominadas Charlas Ilustradas.

[pullquote]Educar antes que instruir; hacer del niรฑo, en vez de un almacรฉn, un campo cultivable, y de cada cosa una semilla y un instrumento para su cultivo[/pullquote]

Tal y como escribiรณ su hija, Natalia Cossรญo, el ยซamor exageradoยป que el pedagogo, al igual que el resto de miembros de la ILE, sintiรณ por Espaรฑa y sus gentes podrรญa haber rayado en ยซestrecho nacionalismoยป de no ser por los constantes contactos que mantuvieron con los estรญmulos llegados de fuera.

ยซEn el juego de oposiciones tan caracterรญstico de los institucionalistas, su patriotismo no sรณlo estaba relacionado sino que se identificaba con internacionalismo, europeรญsmo o cosmopolitanismo, aunque tampoco parecรญa posible que el pueblo espaรฑol llegara a la modernidad si no era recuperando su propia tradiciรณn, que para Giner y sus compaรฑeros estaba devaluada y perdidaยป, escribe Josรฉ Garcรญa-Velasco, presidente de la ILE.

Es ese interรฉs por movilizar ยซel alma del puebloยป, muy ligado al alemรกn Volksgeist o a la intrahistoria de Unamuno, segรบn el propio Garcรญa-Velasco, se encuentra detrรกs de la labor realizada por Cossรญo, junto con otros miembros de la ILE, por recuperar las artes populares. Bordados, cerรกmicas, mรบsica, poesรญa, refranes populares o trabajos de ebanisterรญa y forja se integraron, con toda naturalidad, junto a las manifestaciones ยซmรกs elevadasยป de las Bellas Artes en los estudios institucionistas. El afรกn por divulgar y democratizar el arte pasaba por hacerlo primero con el ยซmaterialยป cultural.

Lo que El Greco debe a Cossรญo

El Greco acapara gran parte del espacio expositivo de la muestra que estarรก abierta al pรบblico hasta el 23 de abril de 2017 en la sede de la Instituciรณn Libre de Enseรฑanza. Domenico Theotocopoulus debe a Manuel B. Cossรญo el ser considerado una figura imprescindible tanto en el arte europeo de su tiempo como en el canon de la pintura occidental.

En 1908 publica El Greco, su gran libro sobre el pintor. La monografรญa en la que repasa la vida y obra de Domenico Theotocopoulus, sitรบa a Cossรญo entre los primeros historiados del arte en el paรญs. Gaya Nuรฑo dijo acerca de ella que en Espaรฑa ยซno se estaba acostumbrado a libro de tan minuciosa elaboraciรณn ni de tan profunda crรญtica, escrita en el mejor lenguaje castellano posibleยป. A partir de este libro, son muchos los crรญticos e historiadores que comienzan a sentir interรฉs por la obra de El Greco.cossio-libro

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El Greco, โ€˜La estigmatizacioฬn de san Franciscoโ€™, hacia 1580. Oฬleo sobre lienzo. Coleccioฬn Abelloฬ.

Para Cossรญo, la figura del Greco resultaba indisociable de la ciudad de Toledo. La ciudad castellana despierta para รฉl, al igual que para muchos intelectuales y artistas de la รฉpoca, un interรฉs que la convertirรกn, en palabras de Salvador Guerrero, comisario de la exposiciรณn, en ยซun lugar de memoria y un paisaje colectivo de claras resonancias en la construcciรณn de la Espaรฑa liberal.

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Manuel B. Cossiฬo (segundo por la derecha) y Francisco Giner de los Riฬos (cuarto por la derecha), entre otros, en el patio de la mezquita del Cristo de la Luz, Toledo, 1900. Fotografiฬa de Augusto Arcimiฬs. Fundacioฬn Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispaฬnica. En depoฬsito en el Instituto del Patrimonio Cultural de Espanฬƒa.

Es el propio Cossรญo quien llega a decir que Toledo ยซes el resumen mรกs perfecto, brillante y mรกs sugestivo de la historia patriaโ€ฆ Por esto, el viajero que disponga de un solo dรญa en Espaรฑa, debe gastarlo sin vacilar en ver Toledoยป. Junto a las realizadas a la sierra de Guadarrama, otro de los rincones fetiche de los miembros de la ILE, las excursiones a Toledo son continuas para Cossรญo y varios de sus mรกs allegados. En alguna de ellas, llegรณ de hacer de guรญa de personalidades de la talla de Albert Einstein o Julius Meier-Graefe.

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Manuel B. Cossiฬo (a la izquierda), durante la excursioฬn en la que acompanฬƒoฬ a Albert y Elsa Einstein a Toledo con Joseฬ Ortega y Gasset, los hermanos Kocherthaler y sus mujeres (6 de marzo de 1923). Fundacioฬn Joseฬ Ortega y Gasset-Gregorio Maranฬƒoฬn, Madrid.
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La atracciรณn por Toledo se mantuvo en las generaciones posteriores. Aquรญ algunos de los mรกs ilustres miembros de la Residencia de Estudiantes que formaron parte de la Orden de Toledo (Venta de Aires, Toledo, 1924). De izquierda a derecha, Joseฬ Bello, Joseฬ Moreno Villa, Luis Bunฬƒuel, Joseฬ Mariฬa Hinojosa (sentado), Mariฬa Luisa Gonzaฬlez y Salvador Daliฬ (Foto realizada por Juan Viceฬns)

Pese a que algunas de sus aportaciones, como el Museo Itinerante, desaparecieron tras su muerte y el posterior estallido de la Guerra Civil (que ocurriรณ sรณlo un aรฑo despuรฉs de su fallecimiento), el legado de Cossรญo en relaciรณn al mundo del arte y la pedagogรญa podrรญa resumirse con estas palabras extraรญdas de un texto que escribiรณ en 1879 y que titulรณ El arte de saber ver:

[pullquote]El mundo entero debe ser, desde el primer instante, objeto de atenciรณn y materia de aprendizaje para el niรฑo, como lo sigue siendo mรกs tarde para el hombre. Enseรฑarle a pensar en todo lo que le rodea y a hacer activas sus facultades racionales es mostrarle el camino por donde se va al verdadero conocimiento, que sirve despuรฉs para la vida. Educar antes que instruir; hacer del niรฑo, en vez de un almacรฉn, un campo cultivable, y de cada cosa una semilla y un instrumento para su cultivo; evitar que el hombre pueda dolerse del tiempo que ha perdido, teniendo las cosas delante sin verlas, y que tantos desaparezcan de este mundo sin haber sospechado siquiera que pueden ser dueรฑos de una fuerza inextinguible para conocer cosas que nunca se olvidan, es el ideal que aspira a cumplir, mediante ese arte de saber ver, la pedagogรญa moderna[/pullquote]

1 Comment ยฟQuรฉ opinas?

  1. [โ€ฆ] Manuel B. Cossรญo, el maestro del arte de saber ver [โ€ฆ]

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