Los créditos de la segunda temporada de Westworld reflejan los cambios en el parque temático tras la revolución de los robots en la primera temporada:
- Acentúan la oscuridad creciente (el drama) en la segunda temporada.
- Sugieren la pérdida de control de los humanos.
- La maternidad como símbolo de conciencia de sí mismos.
- El hombre de negro (Ed Harris) como Némesis de los robots.
Antes de desarrollar estos puntos, recordemos los créditos de la primera y la segunda temporada:
En los créditos creados por Patrick Clair, con la música de Ramin Djawadi, no hay presencia humana. Sin embargo, en la primera temporada se aprecia el orden del dios Ford (Anthony Hopkins). Hay robots que hacen robots siguiendo un patrón.
En la segunda temporada se introducen elementos fuera de la cadena de montaje y la oscuridad gana a la luz, aunque reina un sol (como una abertura al final de un túnel).
La oscuridad creciente: del terror al caos
En la primera temporada, el parque estaba bajo el régimen del terror de los humanos contra los robots. En la segunda, la revolución de los robots deja un vacío de poder que es sustituido por el caos. En Westworld, los tiempos son aún más oscuros que ayer.
Del control al caos
Hay tres planos que reflejan claramente el paso del control al caos:
- El bisonte.
- El ojo roto.
- El hombre de Vitruvio sustituido por una mujer en líquido negro.
El caballo en la línea de montaje, aunque montado por una violenta pistolera, permanece en la línea de montaje: es un objeto claramente de consumo.
El bisonte representa lo salvaje, lo impredecible. Escapa de la línea de montaje: representa la búsqueda de la libertad aunque suponga acabar tirándose por el precipicio. (Es inevitable recordar aquí el plano que cierra Thelma y Louise).
El hombre de Vitruvio de la segunda temporada es mujer. El robot apunta formas femeninas. Tras ella hay un sol ajado por la oscuridad. Representa el deseo de los robots por encontrar una salida del mundo de los esclavos. Una clara alusión al mito de la cueva de Platón. La revolución es femenina.
La maternidad
En el androide femenino que sostiene al bebé adivinamos a Maeve. Ella representa a la mujer hecha a sí misma (mientras que Dolores adquiere el conocimiento por experiencia). Se autodestruye, se reconstruye y escapa del sometimiento sexual. Por el camino encuentra su humanidad: el deseo de recuperar a su hija, aunque sea un recuerdo impuesto. Una madre no es necesariamente la que pare hijos, sino la que ejerce como tal. Y Maeve decide serlo.
El hombre de negro como Némesis
El sombrero del hombre de negro aparece por dos veces acercándose al sol, como una Luna que a propósito quisiera tapar al astro. Representa la recuperación del régimen del terror y también, al precipitarse, la propia caída siguiendo el mito de Frankenstein.
