Envejecer sí, pero no de cualquier manera: mejor activos y saludables

envejecimiento activo y saludable

Según el informe Perspectivas de la Población Mundial 2019 de Naciones Unidas, se estima que para el año 2050 una de cada seis personas tendrá más de 65 años. Lo ideal sería llegar a viejo en condiciones de salud y económicas óptimas que permitan a las personas mayores mantener una buena calidad de vida, lo que se conoce como envejecimiento activo y saludable.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define el envejecimiento activo como «el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen». Y ahí se incluye la atención sanitaria y los factores de sociales, económicos y culturales que influyen en el envejecimiento.

Lo que se busca, en definitiva, no es solo vivir más años, sino de hacerlo con una buena calidad de vida. Porque envejecer no es algo negativo, sino un proceso más de nuestro ciclo vital. Y hoy en día se dan las circunstancias para que hacerse mayor no sea un problema.

RETOS PARA ALCANZAR EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE

Ese objetivo de envejecer activa y saludablemente plantea una serie de retos a las sociedades, en especial en los países más desarrollados:

1.Envejecer a ritmo más lento

Envejecer es inevitable, pero no sabemos por qué unas personas envejecen peor que otras y qué hace que los órganos se vayan degenerando progresivamente con el tiempo.

Algunas teorías apuntan a ocho grandes causas, como la  inestabilidad genómica, es decir, los errores del ADN; la erosión de los telómeros que protegen nuestra información genómica; las alteraciones epigenéticas, o lo que es lo mismo, nuestra exposición al ambiente o el envejecimiento celular.

El reto, por tanto, sería entender todos esos factores y aprender a manipularlos.

El primer paso ya está dado. El experto en cáncer y envejecimiento y profesor en la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) Salvador Macip, en colaboración con otros investigadores internacionales, ha diseñado unos anticuerpos que destruyen células viejas y frenan el envejecimiento, y está investigando si el ayuno intermitente retarda la vejez en las mujeres posmenopáusicas.

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2.Retrasar la discapacidad

La independencia de las personas mayores se ve amenazada cuando sus enfermedades crónicas y mentales se convierten en discapacitantes.

Pero esas discapacidades asociadas con el envejecimiento y la aparición de las enfermedades crónicas pueden prevenirse o retrasarse.

De hecho, como señala la OMS, ya se han reducido gracias a factores como un mayor nivel educativo en las sociedades desarrolladas, mejores estándares de vida y mejor salud en la infancia. Y, por supuesto, por adoptar un estilo de vida positivo que fomenta hábitos saludables.

Así pues, como aconseja Marco Inzitari, experto en geriatría y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, una manera de retrasar esa discapacidad es:

  • Practicar ejercicio físico.
  • Mantener una dieta saludable.
  • Cuidar el sueño.
  • Revisar la medicación (para que realmente sea la que corresponde).
  • Y fomentar las relaciones sociales.

3.Que el cerebro también envejezca saludablemente

La salud mental de la población en general está hoy en primer plano. Pero en la vejez, conviene vigilar también la enfermedad neurológica y cognitiva, y en la medida de lo posible, prevenirlas.

En este sentido, distintas políticas científicas de la Unión Europea y de Estados Unidos dan prioridad a los estudios del sistema nervioso y de los mecanismos responsables de este tipo de enfermedades degenerativas, como demuestran proyectos como la Brain Initiative o el Human Brain Project.

«Mantener el cerebro en buenas condiciones es imprescindible para promover una salud integral del organismo y, por lo tanto, conseguir una buena calidad de vida», señalaba Diego Redolar, neurocientífico de la UOC en un artículo. El reto, pues, está en identificar las variables que marcan un envejecimiento cerebral saludable.

Y por ello es aconsejable:

  • Reducir el estrés.
  • Tener una buena calidad del sueño.
  • Hacer entrenamiento cognitivo y actividades mentales a lo largo del ciclo vital.
  • Y disponer de apoyo social.

4.Combatir la soledad

Según datos de la OMS, el aislamiento social y la soledad en las personas mayores está generalizado. Y eso se convierte en uno de los mayores riesgos para el deterioro de su salud que determina y favorece, además, el riesgo de entrar en situación de dependencia.

Por tanto, es fundamental detectar esos casos de aislamiento social en personas mayores y concienciar a la ciudadanía en su prevención.

5.Fomentar el aprendizaje también en la vejez

La OMS apuesta por «habilitar la plena participación de las personas mayores proporcionando políticas y programas de educación y formación que apoyen el aprendizaje a lo largo de la vida». Y en especial, el aprendizaje tecnológico.

Una posible solución sería reforzar las competencias digitales de las personas mayores, pero también reconocer y hacer efectivo su derecho a disponer de otras alternativas más analógicas.

6.Cuidados, a ser posible en el propio hogar

Uno de los mayores temores de algunas personas mayores es tener que abandonar sus hogares al final de sus días porque, normalmente, estos no están adaptados a sus necesidades. Cuando esto sucede, las casas se convierten en una especie de jaula dorada de la que no pueden salir. Y esto les lleva a desvincularse de la comunidad en la que viven.

Por eso resulta necesario que tanto desde los gobiernos y administraciones como desde otros ámbitos sociales se fomenten alternativas encaminadas a evitar el desarraigo de las personas mayores de su entorno. Soluciones que les permitan seguir llevando las riendas de su propia vida.

Una de las propuestas que están tomando fuerza es la del senior cohousing, espacios comunitarios en los que se comparten servicios y apoyos.

Si se opta por que permanezcan en sus hogares, es necesaria la creación e implementación de una red de cuidados adecuados para ellos. No solo desde el ámbito familiar, donde el problema es la feminización de esos cuidados, sino profesional, mediante la especialización y formación de personal cuidador.

La tecnología, en estos casos, también puede ser una buena aliada: teleasistencia, dispositivos de rastreo, apps, nuevas arquitecturas de viviendas y residencias, etc.

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SEGURIDAD EN LA VEJEZ

Por tanto, los objetivos que se buscan con un envejecimiento activo y saludable son alargar la esperanza de vida, permitir la independencia y autonomía de las personas mayores e incentivar su participación en todos los ámbitos de la vida: económico, social, cultural y político.

Para lograrlo, es necesario mantener unos hábitos de vida saludables, practicar el ejercicio físico adaptado a cada edad, mantener una dieta sana, fomentar el contacto social que evite el aislamiento de las personas mayores, profesionalizar los cuidados en el caso de que sean necesarios y llevar un control adecuado de su salud y de su medicación.

Una solución puede ser contratar un buen seguro médico. Y como se decía en un viejo anuncio publicitario, nada mejor que buscar y comparar.

Pero como eso supone invertir un tiempo del que no siempre disponemos, lo mejor es recurrir a Doctori, la web que te permite analizar los mejores seguros de salud para que puedas elegir el tuyo.

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