«¡Deja de dibujar tonterías en el cuaderno y atiende en clase!». No cuesta imaginar a un profesor estricto abroncando a un alumno por dibujar en lugar de estudiar. Durante años, la de dibujante ha tenido colgado el sambenito de ser una profesión menor. Quizá porque dibujar es eso que hacen los niños o que, con mejores o peores resultados, puede hacer «cualquiera».
Con la llegada de la tecnología, el dibujo, lejos de perder su valor, encendió nuevos focos de actuación. La información visual y esquematizada fue, en muchos casos, la respuesta a las prisas, la falta de tiempo o la de atención. Por ese motivo, las marcas reclaman dibujantes para que elaboren infografías para explicar mejor sus servicios o ilustraciones para sus carteles.
«Creo que es muy interesante esta gran demanda de imágenes porque está provocando una gran diversidad de propuestas. Los dibujantes no temen arriesgarse porque saben que para tener impacto es necesario ser diferentes», opina Mónica Álvarez Careaga, directora de la feria Drawing Room (del 21 al 25 de febrero en el Salón de Baile del Círculo de Bellas Artes de Madrid). Se trata de una de las principales plataformas comerciales para el dibujo en nuestro país.
[pullquote]Los dibujantes no temen arriesgarse porque saben que para tener impacto es necesario ser diferentes[/pullquote]
En el panorama actual conviven, irremediablemente, los dibujos analógicos con los digitales. «Los dibujantes que se mueven en el circuito de la ilustración de encargo (la edición y la publicidad) recurren más a técnicas digitales porque trabajan con unos plazos muy ajustados y pueden «reutilizar» parcialmente sus propios dibujos. Los artistas que muestran su trabajo en las galerías de arte tienden a usar más los medios tradicionales. En muchos casos es la misma persona».
También conviven en un mismo momento un sinfín de tendencias, pero la directora se atreve a destacar tres que encuentra con frecuencia en la actualidad y le interesan especialmente:
1. El dibujo de ascendencia geométrica y minimalista, que utiliza conceptos como la repetición, la progresión y la reflexión sobre el tiempo.
2. Un dibujo falsamente ingenuo, que da importancia al mensaje, integrando textos explicativos, a menudo críticos o por lo menos irónicos. Está muy conectado con los modos de la historieta ilustrada.
3. Una tendencia que puede ser denominada neorromántica, que suele extraer todo el potencial dramático de los grises del grafito, y reinterpreta los géneros pictóricos clásicos.
Álvarez Careaga opina que lo que el artista quiere transmitir con su obra pierde fuerza a favor de las interpretaciones del público: «La obra de arte lo es, entre otras cosas, porque es capaz de desatar tantas lecturas como personas que la aprecian. Los artistas son conscientes de ello y, por eso muchos ni siquiera gustan de explicar sus intenciones».
El dibujo como negocio
Para valorar un dibujo se tienen en cuenta varios factores: «El autor, la calidad del dibujo en concreto, su importancia en la obra del artista, su abundancia…» La directora es optimista con respecto al momento que vive dibujo en nuestro país. «El mercado del dibujo está entrelazado con con el del arte contemporáneo en general. Las estimaciones dicen que en torno a un 25% de las obras que se adquieren son dibujos». [pullquote]En torno a un 25% de las obras que se adquieren son dibujos[/pullquote]
Aunque, por supuesto, hay otros países que nos llevan ventaja. «El país donde más se valora el dibujo en, sin lugar a dudas, China, porque su tradición pictórica es en realidad dibujística (trazos sobre papel, tinta, valoración del vacío…) También destaca Francia, donde hay un grupo numeroso de coleccionistas exclusivos de dibujo».
La feria contará con un encuentro paralelo sobre «Coleccionar dibujo contemporáneo en museos y centros de arte». «El dibujo está muy presente en las programaciones de los museos españoles. Nuestro encuentro se celebrará en el Museo ABC de dibujo, que puede relacionarse con otros como The Drawing Center de Nueva York o el FRAC Des mondes desinés de Amiens».
Y aprovecha para expresar un deseo: «Me gustaría mucho que los dibujantes españoles actuales entren en las ricas colecciones de dibujo de la Biblioteca Nacional. Espero que el Ministerio de Cultura lo crea conveniente y disponga los fondos necesarios». [pullquote]El dibujo está muy presente en las programaciones de los museos españoles[/pullquote]
La exhibición muestra obras de unos 70 artistas, entre las cuales la directora destaca tres ejemplos muy diferentes:
1. «El trabajo del puertorriqueño Gamaliel Rodríguez que realiza con bolígrafo grandes imágenes de construcciones industriales o militares invadidas por la vegetación de América Central».
2. «Reiko Tsunashima, creadora de imágenes abstractas usando «sumí», la tinta japonesa».
3. «Las deliciosas acuarelas rotuladas de Emilio González Sainz».
La feria contará con artistas internacionales como Stefano Bonacci, de Italia; Reiko Tsunashima, de Japón; Wieteke Heldens, de Países Bajos; Navid Azimi Sajedi y Solmaz Cornet, de Irán y el colectivo israelí Broken Fingaz Crew. También el programa paralelo Offsite contará con instituciones internacionales como The Drawing Center e Nueva York.
Pero su principal valor es dar a conocer a artistas españoles inéditos como Sergio Porlán, Javier Calleja, Damià Vives, Nuria Rodríguez, José Luis Serzo o Miquel Mont de la mano de sus respectivas galerías.
Drawing Room editará la revista Papeleo (que se venderá a un precio de 8€) para mostrar el trabajo de los dibujantes de las ediciones anteriores.
El dibujo como necesidad y terapia
«Los psicólogos han utilizado el dibujo para penetrar en el alma humana y, en el caso de los niños, son una gran fuente de información sobre sus sentimientos e inquietudes», recuerda Mónica Álvarez Careaga. Una de las exposiciones paralelas de la feria, titulada ‘Islas del dibujo: trazos comunes’, explora a través del dibujo el interior del cuerpo y las relaciones con el mundo. Se puede aprender mucho dibujando y se puede saber mucho de alguien mirando sus dibujos. [pullquote]Los psicólogos han utilizado el dibujo para penetrar en el alma humana y, en el caso de los niños, son una gran fuente de información sobre sus sentimientos e inquietudes[/pullquote]
En el ámbito del entretenimiento, los dibujantes siguen haciendo cómics y dibujos de animación porque a las personas les gusta que les cuenten las historias con formas y colores y no solo con letras.
Además, varios terapeutas sugieren que dibujar es importante para cualquier adulto, aunque no se dedique a ello. «Totalmente. Podemos adoptar la práctica de los mandalas y dibujos zen. Solamente colorear es un modo de descansar de nuestras preocupaciones y liberar nuestra creatividad», confirma Álvarez.
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Creo que el dibujo, para mi, es la base de la pintura y la escultura, aunque también como ente independiente, el dibujo forma parte de la visión de nuestro mundo. sin más. Revela nuestro yo más intimo de manera directa, ciñéndose a la expresión libre de nuestros sentimientos.
Me gustaría contactar con Mónica para saber más sobre esa plataforma en pro del dibujo. Gracias.
Hola Yorokobu!
Soy ilustradora y animadora Junior 2D, acabo de empezar mi carrera profesional.
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