Se levanta el telรณn. Una veintena de hombres entre 40 y 60 aรฑos escucha mรบsica jazz con detenimiento. Delante de ellos se encuentra un tocadiscos y un altavoz de dos metros. La calidad del sonido es tan buena que da la sensaciรณn de estar escuchando una banda en directo. No es un chiste. Esta escena se reproduce en un centenar de salas en el High End, una de las ferias de equipos de sonido mรกs importantes del mundo, que se celebrรณ el pasado fin de semana en Munich.
En este reducto de mรบsica analรณgica no se aprecia ningรบn tipo de inquietud sobre el futuro de una tecnologรญa que viviรณ su apogeo en los aรฑos 60 y 70. Las salas estรกn llenas a rebosar y las mรกs de 200 compaรฑรญas que exponen sus productos dan fe de que รฉsta es una industria boyante por muy minoritaria que sea.
Las empresas se dividen en dos grupos principales. Por un lado, aquellas que fabrican altavoces y por otro, los fabricantes de tocadiscos. Dirk Rรคke se mueve en el segundo grupo. ยซEstamos muy contentosยป, dice sobre la situaciรณn de la industria en estos momentos. Rรคke es hijo del fundador de Trans Rotor, un fabricante de tocadiscos creada en 1971, y hoy es responsable de ventas de la compaรฑรญa. Sus productos estรกn hechos a mano y solo sacan al mercado alrededor de 800 al aรฑo. El precio para hacerse con uno de ellos parte de los 1.900 euros. El modelo mรกs caro cuesta 118.000 euros, pesa 250 kilos y requiere el trabajo de una persona dedicada en cuerpo y alma a fabricarlo durante mรกs de un mes.
ยซNo te voy a mentir. Cuando entrรณ el CD lo pasamos realmente mal. Durante la segunda mitad de los 80 estuvimos a punto de cerrar. Pero a partir de 1993 algo cambiรณ. La gente empezรณ a volver al vinilo. Empezaron a redescubrir este medio y hoy nos encontramos en un buen momento. Por supuesto que nunca volverรก a ser como antes pero la demanda es muy buena. Estamos creciendoยป.
Rรคke lleva una vestimenta sencilla y refleja muy bien la filosofรญa de muchas de las compaรฑรญas que estรกn hoy aquรญ. El stand no tiene ninguna de las connotaciones del sector del lujo aunque los objetos en cierto modo lo sean. Carecen de ese barniz de exclusividad forzada que encuentras con las marcas de moda mรกs caras. ยซRealmente lo mรกs importante es la calidad auditiva. Es cierto que hay gente que los compra porque tiene mucho dinero. Pero nuestro core business estรก formado por personas que ahorran durante un tiempo porque quieren tener lo mejor. Vender a este tipo de personas es lo que mรกs me complaceยป, explica Rรคke.
Pero las compaรฑรญas que estรกn aquรญ no solo son empresas mรกs consolidadas. Tambiรฉn hay nuevas propuestas que se estรกn atreviendo a crear tocadiscos, como el caso de Bergmann, una pequeรฑa compaรฑรญa danesa creada en 2008 que contaba con un pequeรฑo stand capitaneado por su fundador, Johnnie Bergmann Rassmusen. Este ingeniero mecรกnico danรฉs llevaba dรฉcadas con ganas de sacar un tocadiscos y hace unos aรฑos se animรณ a hacerlo. ยซTenรญa los diseรฑos guardados en un cajรณn y un dรญa decidรญ hacer una pruebaยป, explica Rassmussen rodeado de sus creaciones. Acabรณ tan contento con el resultado que decidiรณ comercializarlos.
Sus productos tienen un diseรฑo muy limpio en la mejor tradiciรณn escandinava. ยซEliminรฉ todo lo superfluo y me concentrรฉ en lo mรกs importante. Estamos en un momento muy emocionante porque, aunque son tecnologรญas con dรฉcadas de antigรผedad, hoy podemos corregir muchos de los problemas que habรญa antiguamenteยป.
Su compaรฑรญa, con sede en Karup, fabrica solo 100 unidades al aรฑo con unos precios acordes a esta exclusividad. ยซEstรกn hechos a mano en Dinamarca y te durarรกn toda la vidaยป, explica este ingeniero tรญmido.
Aquรญ no se viene a ver quiรฉn la tiene mรกs grande
Las ferias suelen estar caracterizadas por un panorama donde las compaรฑรญas se la miden para ver quiรฉn tiene el stand mรกs grande. High End se aleja de esta filosofรญa. La organizaciรณn limita el espacio que puede tener cada expositor para evitar que alguien destaque demasiado sobre los demรกs. Lo importante, dicen, es primar la calidad por encima de quiรฉn tiene mรกs dinero. Multinacionales como Denon, Sennheiser y Sony estaban allรญ pero como uno mรกs.
Hay una tendencia a utilizar la nostalgia cuando se refiere al vinilo pero en el evento se apreciaba todo lo contrario. Muchos pequeรฑos productores que trabajan a destajo para hacer tocadiscos y altavoces de primera con tecnologรญa de primera. Segรบn el ingeniero de sonido Kostas Metaxas, que ofreciรณ una charla sobre su trabajo en el evento, la grabaciรณn de mรบsica actual tiene mucho que aprender de estas compaรฑรญas. ยซEstรกn muy por delante de la tecnologรญa que se emplea ahora para grabar mรบsica. Ahora mismo lo digital no da la talla. Hoy no tenemos recursos para hacer las grabaciones. Se hacen cosas en casas en un espacio muerto y aรฑadimos efectos artificiales. Queda mucho por avanzar. Se pierden demasiados matices con la compresiรณn de los archivos en digitalยป.
ยซยฟQuรฉ sentido tiene el mejor equipo si la mรบsica que se estรก escuchando no tiene la calidad auditiva para ser apreciada? ยฟNos vamos a quedar estancados escuchando mรบsica de los 60 y 70?ยป, se pregunta.
ยซEl รฉnfasis estรก en aquello que perdura. En el trabajo bien hecho y en las cosas que duran toda la vida. No cabe la palabra nostalgia. Nadie se aferra al pasado. Simplemente estamos insatisfechos con lo que ofrece lo digital ahora mismo y queremos que eso algรบn dรญa cambieยป, aรฑadiรณ Metaxas, que a lo largo de su carrera ha trabajado con muchos artistas de jazz.
Mientras tanto, los miles de asistentes exigentes tendrรกn un elenco creciente de productores dispuestos a dar una nueva vida a lo analรณgico. Un buen revulsivo para los profetas que disfrutan vaticinando la muerte de una tecnologรญa u otra. Aquรญ no ha muerto nadie. Hay mucha vida por delante.