Si has entrado aquí para encontrar sugerencias de melodías para tu teléfono, lo siento, no es de esa polifonía de la que estamos hablando. Aunque probablemente esta pueda resultarte más interesante. Ni máquinas ni coros, hablamos de la capacidad de un solo individuo de interpretar múltiples voces melódicas al mismo tiempo.
Con eso ha sorprendido al mundo una alemana llamada Anna-Maria Hefele, profesional de esta técnica, quien en la última semana se ha convertido en un personaje viral en los medios digitales por uno de sus vídeos demostrando esas capacidades. Muchos la han presentado como la mujer prodigio de las dos voces. Algunos hablan de don. En realidad, lo que ella sabe hacer se llama canto difónico (polyphonic singing), una técnica musical que tiene mucho más que ver con años de esfuerzo que con varitas mágicas y que ya causa furor en algunas sociedades desde muchos siglos atrás. Aquí van un par de nociones que desmontan el milagro.
El don de Helefe lo comparten otros muchos profesionales de la música. Desde distintos rincones del mundo, este tipo de canto de garganta es una técnica instruida, exitosa y depurada, sin embargo, tan poco conocida en las culturas occidentales que en ocasiones (como esta) se confunde con un hecho prodigioso.
Consiste en una reverberación sonora generada entre la faringe y la boca que produce dos o más sonidos simultáneos que se distinguen entre ellos. En lugares como Asia Central está ampliamente extendido, y también existen sociedades que lo utilizan como parte de su identidad cultural en África y Europa.
En tiempos remotos, según un informe llamado Types of Throat-Singing (khoomei) realizado por los profesionales del canto difónico de Tuvá (Rusia), el estilo ya se utilizaba en Mongolia, en Tíbet, en Uzbekistán o en Kazajistán, siendo la república autónoma rusa de Tuvá su máxima representante actualmente. Otras sociedades como los Xhosa africanos interpretan un canto similar llamado eefing; y los europeos también tienen sus tipologías de canto gutural en lugares como Cerdeña (el tenore), en Escandinavia (el canto sami) y la península rusa de Kola, donde entonan el yoik desde el fondo de sus laringes.
Este tipo de cantos locales son generalmente desconocidos a nivel global, sin embargo, vivieron un momento de auge en los años 60 cuando músicos occidentales como Collegium Vocale Köln, Michael Vetter, David Hykes, Jim Cole, Ry Cooder o Paul Pena (que fusionó el estilo tradicional de Tuvá con el blues estadounidense) se interesaron por el canto armónico tradicional y empezaron a popularizarlo. En los 80 el auge de la música étnica volvió a dar relevancia a algunos de los profesionales más instruidos en estas lejanas técnicas.
Helefe se convierte ahora en internet en el nuevo icono de esta música polifónica humana. Su capacidad para mezclar el sonido gutural con el de sus labios le permiten hacer viguerías a varias voces sin necesidad de compañía. Quizás el oído le viene de que sus dos padres fueran constructores de instrumentos musicales, pero después de haber estudiado música para poder hacer esto, ella sabe que solo en internet está el milagro.
* Con documentación de los estudios: Types of Throat-Singing (khoomei, Vita de Helefe, página web de Amigos de Tuva y Wikipedia.
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