La lectura transversal tiene inconvenientes. Lo normal es que uno acabe mezclando churras y merinas si se salta un punto y aparte. Cada día me llegan mails de los outlets tipo groupon, groupalia, privalia, buyvip… que hacen extraños compañeros de oferta.
Resulta que me ofrecían un descuento para un concierto de Andy y Lucas y a renglón seguido una sesión de ictioterapia con peces garra rufa, que son como unas pirañitas disfrazadas de boquerones que te comen las uñas y las impurezas y te hacen cosquillitas.
No me hagan mucho caso, pero creo que para adherirse a la promoción era imprescindible tomarse antes una mariscada para 2 ó 4 personas. Luego, en lugar de cepillarte, te tenías que hacer blanqueamiento dental completo con rayos gamma.
No sé si también era obligatorio comprarse un súper robot aspirador, que es esa especie de ovni que va solo por el suelo del salón. Y me parece que era el propio aspirador el que te hacía una liposucción sin cirugía mientras veías la tele ¿o te rejuvenecía la piel con bioestimulación plaquetaria? Ya digo que lo leí con prisa.
Después del concierto te mandaban de escapada a Zaragoza y allí conducías un Porsche biturbo en el circuito de Motorland. Y mientras, en casa, había alguien limpiando la cena del día anterior porque tenías que contratar 3 ó 6 horas de limpieza.
Y si no recuerdo mal, al final, así de refilón, te colocaban también una plataforma vibratoria de esas que se te caen los dientes recién blanqueados.
Supongo que detrás de todo eso habrá un ejercicio de venta cruzada superavanzada del siglo XXII que no llego a descifrar. El mega CRM, sin duda.
Eso, o es un tipo de oferta al bulto, de embudo grande, enorme. Recuerdo una conferencia del creador de BuyVip en la que decía que en su día ellos tomaron la decisión de no segmentar, de mandar cada día ofertas a toda su base de datos. Y parece que es lo habitual. Lo que me pregunto es si con tanta ensalada de ofertas uno sabe donde mirar, o si de hecho acaba por no mirar.
Aunque si por casualidad resulta que hay inteligencia de cliente detrás, conmigo lo han clavado: Me encantan las comilonas, los coches, tengo cosquillas en los pies y está claro que necesito adelgazar. Y lo último que me han mandado es un taller de cata de Gin Tonic… ¡Diablos, me conocen a la perfección! ¡Ah no! Yo odio a Andy y Lucas…
