Evelio Acevedo: «Somos el único museo que tiene una carroza en el Orgullo»

Entrevista al director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza
Evelio Acevedo

Llegó al mundo del arte tras una larga trayectoria en el ámbito corporativo. Con más de 13 años al frente de una de las pinacotecas más prestigiosas de España, su reto ha sido claro: consolidar la identidad del Museo Thyssen-Bornemisza, reforzar su papel social y proyectarlo al mundo. «Hoy, cuando museos como el Guggenheim de Nueva York quieren acoger nuestras exposiciones, sabemos que vamos por el buen camino», afirma Evelio Acevedo.

¿Cómo decidieron y organizaron las exposiciones temporales?

Tenemos una fuente de inspiración, que es nuestra colección permanente. Abarca casi ocho siglos, desde finales del XIII hasta el XX, y recoge todos los movimientos pictóricos, los artistas más importantes, obras maestras… Pero también hay muchos artistas que no son tan conocidos y que solo nosotros ofrecemos en España. Buena prueba de ello es la reciente exposición de Gabriele Münter, una pintora quizás más conocida por su relación con Kandinsky que por su valor como artista. Y vimos que teníamos que darle visibilidad porque merecía la pena que fuera valorada y destacada. Ahora el Guggenheim de Nueva York quiere tenerla y ese también es nuestro papel, ir promocionando estos ejemplos. Desde luego, Münter fue una fantástica pintora que reivindicó a las mujeres artistas a través de su propia línea de trabajo.

Otro ejemplo es la exposición que vamos a ofrecer en octubre de este año de Warhol y Pollock; aparentemente dos artistas muy distintos, pero con influencias entre sí. Ofrecer nuevas perspectivas es otro de los motores cuando nos planteamos exposiciones, y una esencia del Thyssen.

¿Hay una intención por parte del Thyssen de compensar las discriminaciones sociales que ha habido a lo largo de la historia?

Efectivamente, nuestro plan estratégico busca responder y sensibilizar y generar ese debate, ese pensamiento crítico sobre cuestiones sociales. Lo hacemos incorporándolo en nuestros contenidos y programación. Hay, por ejemplo, programas específicos de mujeres artistas como el Kora, dirigido a recoger y exponer el trabajo de artistas contemporáneos. Es el caso de Marina Vargas, artista que estamos exponiendo ahora. En el ámbito de la igualdad, este programa es un exponente clarísimo.

También en el ámbito LGTBI fuimos el primer museo que creó un recorrido llamado Amor diverso para plasmar este sentimiento a lo largo de la historia a través de artistas en sus obras de arte. Somos el único museo que tiene una carroza en el desfile del Orgullo. Por tanto, hay un claro apoyo de estos valores que queremos compartir con la sociedad.

Evelio Acevedo

¿Es el arte un motor de cambio social?

Ese ha sido el papel del arte toda la vida. Los artistas han sido, en muchos casos, precursores de reclamaciones sociales. Personas que han tenido una sensibilidad para expresar, vivir y detectar cuestiones, y siempre han sido colectivos que han estado a la cabeza de esas denuncias sociales.

Muchos artistas en el siglo XXI siguen trabajando en este sentido. Por ejemplo, el Thyssen tiene una línea de arte contemporáneo, en colaboración con la fundación TBA21, que trabaja abordando estas cuestiones. Son artistas que tienen un enfoque en su obra en defensa del impacto social y medioambiental. La sostenibilidad en todas sus vertientes es un eje estratégico para nosotros.

¿Qué papel juega la tecnología en tu modelo?

Juega un papel clave. Lo que no puede olvidar un museo es para quién trabaja, y el museo trabaja para los públicos. El Thyssen es un museo público, por lo tanto, somos un servicio público que quiere llegar a toda la sociedad. Tenemos que trabajar para las personas que componen un entorno en el que ya hemos superado los límites geográficos. No estamos trabajando solo para nuestros visitantes físicos. Tenemos una audiencia que es virtual, que llega a nosotros a través de la web o las redes sociales y, por tanto, debemos promover estos canales.

¿Ha cambiado el perfil del visitante en los últimos años?

Sí, creo que ha cambiado el perfil del visitante de los museos en general, y desde luego, en el nuestro. Hoy mayoritariamente son mujeres. Y el perfil de edades también ha cambiado. Últimamente hemos tenido un fuerte crecimiento de visitantes entre los 18 y los 50 años, que representa un 23% del público actual del museo. Esto se debe a la incorporación de esa agenda social que comentábamos ya con una perspectiva distinta de apreciar el arte. El programa Educa Thyssen es un buen ejemplo de estas acciones.

¿Crees que los museos están perdiendo su esencia a favor del espectáculo?

No lo creo. Los museos tienen un papel social cada vez mayor. Los contenidos que ofrecemos, las colecciones permanentes y temporales son una forma también de transmitir conocimiento, hacer pedagogía, de sensibilizar sobre temas y generar debate sobre asuntos que preocupan y que interesan a la gente. Habrá instituciones que a lo mejor le den más importancia al espectáculo. De hecho, hay productos que están orientados a ello, como son las exposiciones inmersivas. Hay que tener en cuenta que pueden catalogarse como espectáculo, pero también tienen el papel de atraer nuevos públicos. Un público que quizás no iría a los museos, y esta es una forma de que se inicien y se aproximen a este mundo.

Y la inteligencia artificial ¿qué lugar ocupa en este mundo?

La IA representa una enorme fuente de oportunidades y también plantea incertidumbres, como es lógico. Estamos en un momento en el que queda recorrido para conocer su alcance real y saber cómo gestionarla. Lo fundamental es el uso que se le dé. Tenemos que seguir identificando lo positivo, en lo que nos pueda ayudar, esa es la gran cuestión que conviene abordar. Debemos beneficiarnos de ella para todo lo que nos haga mejores.

Por ejemplo, la IA bien utilizada por un artista puede desarrollar una nueva forma de crear, con un lenguaje y una técnica que hasta ahora no se han utilizado.

¿Qué opinas de los NFT?

A lo largo de la historia y el arte se ha ido avanzando en sistemas que han permitido que el trabajo del artista llegue al público de diferentes maneras. Por ejemplo, los grabados, que democratizan el alcance del arte. Los pósteres, postales, cromos… hay muchas formas de reproducir una pieza de arte. En este sentido, el NFT es otro paso más. Un paso mucho más cómodo, elaborado y que nos permite llegar a un resultado muchísimo más rico, incluso a reproducciones tridimensionales. Todo eso, con los controles y las garantías que aporta el blockchain, también para la seguridad del artista y para garantizar esa autenticidad de la obra. Además, fomenta un coleccionismo al alcance de más públicos.

Evelio Acevedo

¿Cuáles han sido tus mayores retos al frente del Thyssen?

Cuando llegué, el reto era recuperar y reforzar el papel del Thyssen. Deberíamos encontrar su apuesta de valor diferencial. Teníamos que encontrar su propia personalidad y esto es lo que estamos consiguiendo con la estrategia que hemos comentado: dar a conocer su fantástica colección permanente y su papel social, nuestro compromiso con la sostenibilidad social, medioambiental y económica. Tuvimos que hacer un enorme esfuerzo para promocionar el museo y hacer valer nuestra diferencia.

Otros retos han tenido que ver, por ejemplo, con la eficiencia y la eficacia y la buena gestión de los recursos, tanto humanos como económicos, en el modelo de nuestra institución. Toda esta transformación se ha hecho por una convicción compartida con el director artístico, Guillermo Solana, y el equipo del museo, lo cual reconforta mucho. Es un éxito de todos.

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Fotos por

Laura Lombardía

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