Buen rollo ilustrado en 'Forgotten Colors'

«Estamos en un mundo de grises, de crisis, de marketing, de obsesión por vender… y de repente un día dices: «es que me gustaría pintar, es que me gustaría recuperar el color que está perdiendo el mundo»».
Esa es la respuesta que dan los ilustradores David G. Forés y Desiree Arancibia a la pregunta de por qué han titulado a su última novela gráfica Los colores olvidados (Forgotten Colors) (David G. Forés & Play Attitude).
Todo surgió a partir de la idea de hacer unas camisetas «con mensajes optimistas», explica Arancibia. «En la camiseta, además incluíamos hang tags (etiquetas) con pequeños relatos positivos hechos por Silvia G. Guirado, la escritora de este proyecto (en el que también participa Marta García Pérez). Al final dijimos, ¿por qué no recopilamos todos esos pequeños fragmentos en etiquetas e ilustramos los relatos?».
«Lo que ha salido de todo esto son quince historias que surgieron de una manera anárquica, buscando el buen rollo, lo positivo», aporta Forés. «Es una historia de la vida marcada en diferentes etapas que trata a través del texto y del color de mandar un mensaje positivo. Transmitir que todo tiene un lado bueno si se busca».
Desvelan los ilustradores un poquito de la obra -que están financiando por crowdfunding (Solo disponible hasta el 31 de marzo)-: «Carmesina es una niña que nace en un mundo en el que todo es de color gris, y además poco después de nacer se queda tuerta. Le ocurre porque busca una canica de color rojo que ha visto, pero otro niño se la tira y le deja sin ojo. Desde entonces se pasa toda la vida buscando ese color carmesí, tratando de recuperar los colores del mundo y tratando de contagiar al resto para que vean que los colores existen».
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Explican los autores que a pesar de la independencia de las historias existe un hilo conductor en estas etapas del color como terapia al optimismo, que, aseguran, no es un cuento de niños. «El segundo cuento es de un pajarito cuya diferencia con los demás le suponía algo positivo. El tercero está inspirado en la camiseta que hicimos en en la que alguien le decía a su pareja hazme el humor; el siguiente es de dos musas en contra de su escritor; y el último de dos viejos que hablan de los pequeños placeres de la vida», va desglosando la ilustradora.
En cuanto a si Carmesina acaba logrando su misión de devolverle el color al mundo, prefieren guardar el suspense. Se sabe al llegar al final de las 70 ilustraciones en 108 páginas que, dice Forés, hablan textual y visualmente (en inglés o castellano) sobre «la libertad, la imaginación, las inseguridades, la empatía, el coraje, los pequeños placeres, el amor…»
«El caso es buscar lo positivo a las cosas en los tiempos que corren», culmina Arancibia la entrevista, «cuando estamos tristes lo vemos todo negro, color de hormiga, y cuando empezamos a ver lo positivo empezamos a ver los colores. Simplemente el estado de ánimo te hace ver todo con otro tono. En este libro el color es más intenso según van pasando las páginas».
01 Portada
02 a Hazme-humor_by Desiree
02 b NO-creo-en-la-mala-suerte_by marta
02 Camisetas
03 Book
habitacion.indd
05 illustrations_compo
04 illustrations_compo2
08 haabitacion01
10 journal
09 habitacion02
06 Recompensas_SPA

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Patrick Thomas

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