Los gallinazos (que es como se conocen en Perú a los buitres negros) han tenido, históricamente, muy mala prensa en Lima. Carroñeros enlutados, con una cabeza arrugada y pelada, considerados algo así como ratas aladas, bichos sucios, merodeadores de la porquería. Miles de ellos (unos 2.000, según algunas estimaciones) sobrevuelan la capital peruana, como parte no querida de su paisaje. «Son aves feas y a veces invasivas, y por eso eran vistas como villanos», apunta Alejandro Borasino director de Innovación en FCB Mayo Perú. Borasino dice «eran» con toda la intención porque su agencia creativa ha diseñado el proyecto #GallinazoAvisa, que está ayudando a cambiar esta percepción negativa. «Motivamos a la gente a reportar los lugares que encuentren contaminados mientras una flota de 10 gallinazos con GPS especiales incorporados señala dónde está localizada la basura», describe la iniciativa, que arrancó el 7 de diciembre de 2015 y, en dos meses, todo el contenido que ha generado tanto en la web como en redes sociales ha alcanzado a seis millones de personas.
«Enseñamos que estas aves pueden ser vistas como parte de la solución», reflexiona Borasino, que añade, con cierta solemnidad: «Entablamos una amistad entre el gallinazo y el peruano».
Casi ocho millones y medio de limeños producen más de 7.400 toneladas de basura al día, según cálculos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Que serán más del doble a la vuelta de 20 años, según sus predicciones. Solo un 41,9% de los residuos llega a alguno de sus cuatro contenedores sanitarios autorizados; el resto termina en las calles, en los espacios públicos. En 2015, el OEFA detectó al menos 20 vertederos ilegales en la capital. Un problema muy grave, que desborda a las autoridades sanitarias.
Hace dos años, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID-Perú) y el Ministerio de Medio Ambiente de Perú (MINAM) pusieron a andar Pon de tu Parte, un movimiento para crear compromisos por el clima. «El siguiente paso era generar acción», recuerdan en FCB Mayo Perú, que recibió el encargo de orientar los mensajes hacia un problema tan acuciante como el de la basura. Cómo erradicarla, cómo reciclar. Así surgió #GallinazoAvisa. Los publicistas se pusieron en contacto con los biólogos César Arana y Letty Salinas, del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Quizás los dos únicos limeños que miraban con cariño a estos pájaros, los grandes recicladores de su ciudad desde la época colonial, por su naturaleza carroñera (su estómago está preparado para devorar los desechos sin verse afectado por su nivel de putrefacción). Decisivos para el mantenimiento del ecosistema.
Los investigadores capturaron, sin hacerles ningún daño, criaron y entrenaron a 10 gallinazos, y les colocaron un GPS que funciona automáticamente, con un panel solar que recarga la batería y manda la ubicación del ejemplar unas tres o cuatro veces al día. «Cuando encontramos patrones y tendencias en las ubicaciones enviamos un equipo especial a validar el área e inspeccionar si existe acumulación de basura, para luego reportar la zona en nuestro portal». Una de estas aves, especialmente entrenada, lleva incorporada una cámara GoPro.«El animal hace vuelos cortos y controlados por un veterinario; realiza un recorrido y vuelve al alcance del especialista para descargar el contenido registrado y recargar las baterías», explica Borasino.
En paralelo, los usuarios envían fotos y videos a la web sobre los basureros ilegales que encuentran en su día a día. Son los #GallinazosTierra, que, por seguir con el juego, tienen sus categorías: el gallinazo pichón es aquel que ha reportado hasta cuatro veces en la web; de cinco a 14 reportes se convierte en novato; de 15 a 30, en gallinazo experto. Los más de 1.000 #GallinazosTierra registrados han ayudado encontrar más de 300 aglomeraciones de desechos. Los puntos más negros han sido limpiados por voluntarios de organizaciones sociales, usuarios de redes sociales convocados por Facebook y los propios trabajadores de FCB Mayo Perú.
La primera etapa del proyecto terminó a finales de enero. «Estamos entrando en una segunda fase en la que queremos renovar la flota y ampliar el alcance a todo el país. Estamos buscando más socios que nos ayuden con eso», refiere Borasino. «Nos sentimos muy satisfechos con lo logrado hasta ahora, porque un ave históricamente despreciada fue quien movilizó e inspiró a muchísima gente a preocuparse y actuar en contra de este grave problema de basura que tiene Perú», añade. Porque #GallinazoAvisa lleva como subtítulo un «y tú actúas», según recuerda. «Significa que todos somos responsables de solucionar este problema, y el peor enemigo esa la indiferencia», concluye.
A buena parte de la humanidad le dan asco las cucarachas, las ratas, los gallinazos. Pero ¿quién genera, tira y se desentiende de la basura de la que se alimentan?
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