Cómo gastar un 40 % menos de gasolina

El objetivo era hacer una tarea para clase. El caso es que, una vez puestos, resulta que poniendo un tubito aquí, una clavija allá y hacer cuatro ajustes a esto y cuatro a lo otro, los estudiantes de ingeniería del Instituto Tecnológico de Atitalaquia (Hidalgo, México) acabaron inventando un motor que consume un 40 % menos de gasolina que los motores comunes realizando exactamente las mismas funciones. Entonces se dieron cuenta de que, quizás, el asunto le interesaría a alguien más que a la profe.
El resultado que tienen entre manos podría ser un antes y un después en la historia del movimiento rodado. Un recurso finito como la gasolina, de la cual la humanidad depende en una medida desbaratada, podría mezclarse con otro compuesto generando un ahorro de casi la mitad del fuel. El producto secreto para poder hacerlo: agua.
«Se trata de un dispositivo que disocia las moléculas del agua para obtener gas de hidrógeno», explicaba en su correcta terminología el estudiante Daniel Serrano a la agencia de información de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología). «Ese gas es utilizado como aditivo para maximizar el rendimiento de la gasolina».
Según la institución científica, este proyecto es uno de los tres más destacados a nivel nacional por el impacto que podría suponer si se lograse desarrollar motores económicos con esta capacidad. «Cuando nos dimos cuenta del impacto social que podría tener decidimos perfeccionar nuestro trabajo al máximo», dice Serrano.
Los estudiantes de Mecatrónica que habían empezado con la idea tuvieron que asociarse con compañeros de Química para poder conseguir ese resultado óptimo. Gracias a la unión de conocimientos (y el asesoramiento de la doctora Blanca Eva González, su instructora), crearon un dispositivo compuesto de acero que garantizaba la seguridad de un proceso que, aunque ya era conocido, su utilización suponía un alto índice de riesgo, «tanto para el sistema como para el usuario», indican.
El aparato, según explica el vocero, no es más que una caja de 20 centímetros de alto, 30 de ancho y 30 de largo cuyo interior contiene una celda electrolítica y un depósito que puede almacenar alrededor de un litro de agua. «A través de la celda, a esta agua almacenada se le aplica un proceso de electrólisis que disocia las moléculas del líquido mediante un pulso eléctrico y esto favorece la generación del hidrógeno en gas», explica. El último paso es que una inyección de ese gas a través de un sistema de control de seguridad reduzca la entrada y consumo de gasolina.
«La innovación que nosotros hicimos, a diferencia de otros equipos que actualmente existen, es precisamente el sistema de seguridad, pues no necesita almacenamiento de hidrógeno, lo cual nos da mayor seguridad en el uso de este elemento».
En total calculan que el ahorro se puede cuantificar en dos clases: «No solo supondrá que una persona gaste seis litros de gasolina por recorrer la distancia para la que anteriormente necesitaba diez, sino que además este dispositivo contribuirá a la disminución del impacto ambiental porque con la mezcla de hidrógeno se va a reducir la emisión del dióxido de carbono (CO2)».
Mientras transcurre el año que necesita el prototipo para ser certificado por los expertos en la materia, el equipo de ingenieros ya se está encargando de la patente con la confianza de haber visto funcionar su idea «correctamente» en las pruebas. Harvard ya se ha interesado por el hallazgo y está dispuesta a ayudarles a convertir la idea en una empresa.
Aunque, por el momento, fabricar uno de estos dispositivos cuesta alrededor de 1.000 euros, la producción en masa podría rebajar su precio considerablemente para hacerlo más asequible. Consigan o no la rebaja, ¿tú cuánto pagarías por ahorrarte la mitad del tanque para siempre?
Reservekanister

Último número ya disponible

#141 Invierno / frío

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>

No te pierdas...