La Red no ayuda demasiado a superar el mal trago, la verdad… Cuando acabas de romper con tu pareja, máxime si ha sido ella quien te ha partido el corazón, los Google, Facebook, Twitter y compañía no son precisamente un bálsamo que alivie tus pesares. Más bien al contrario: navegar con mal de amores es un deporte de riesgo.
La experta en diseño de interfaces Sarah Hallacher lo descubrió el pasado año. Cuando el amor se le rompió de tanto usarlo, tuvo una dolorosa epifanía: internet se vuelve un sitio inhóspito, lleno de rincones con su nombre, su foto y su recuerdo.
«Es como esa puñalada que sientes en las tripas cuando suena una canción que te recuerda a un amor recién perdido», explica la diseñadora. «La tecnología guarda pruebas de tu relación que pueden asaltarte de repente, sin previo aviso […] Como si de alguna forma tu móvil, aplicaciones, ordenador y navegador tuvieran constancia de tu vida privada y tus sentimientos».
Se le ocurrió hacer capturas de pantalla con los malos tragos que Facebook, LinkedIn y Twitter le iban deparando mientras superaba el fin de su romance. Decidió formular a Google las preguntas que asaltaban por doquier su atribulada mente: ¿cómo se borra una palabra del autocorrector del móvil? ¿Cómo puedo saber si me han dejado de seguir en Instagram? ¿Debería borrar los correos de mi ex?
Tantas eran las preguntas (y las respuestas) que decidió tomarlas como punto de partida de una web: User Experience of a Heartbreak, la experiencia de usuario cuando te han partido el corazón.
La página es un recorrido por los puntos calientes de la Red desde el punto de vista desesperanzado del que acaba de romper con su pareja. Entrar en Facebook y ver cómo tu media naranja se esfuma del mensaje «En una relación con…»
Que el despiadado algoritmo te sugiera una amistad con su nueva conquista porque, claro, cada vez tenéis más amigos en común…
Que el buscador encuentre a tu ex (y a su gente) busques lo que busques…
Y no hay escapatoria. Da igual que emigres a Twitter porque allí está esa cuenta de broma que creasteis juntos y que ya no tiene gracia.
En Instagram se empiezan a esfumar sus fotos, esas en las que te había etiquetado; los likes desaparecen y nunca llegas a saber muy bien si te ha dejado de seguir (pero tampoco estás seguro de querer saberlo).
«Todas las animaciones representan momentos que yo he experimentado o que imagino que ha experimentado otra persona», afirma Hallacher, que se ha parado a pensar también en la otra cara de la moneda. Imagina que habrá un señor en Facebook tomando decisiones de este tipo. ¿Qué debe pasar cuando un exnovio te bloquea? Difícil decisión.
Los de Zuckerberg lo saben (casi) todo sobre nosotros. Pueden predecir cuándo y con quién tendremos un romance, las crisis que atravesará nuestra relación y el tiempo que nos durará el amor hasta agotarse. No han logrado, sin embargo, mitigar el dolor que nos produce surcar sus páginas, llenas de recuerdos, con el corazón roto.
Tampoco Hallacher demanda eso. Tan solo quiere retratar lo inevitable: la vida es así y el tiempo, o eso dicen, lo cura todo.
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Ilustración portada: Shutterstock