Si pones a Dios por testigo, es probable que no pagues tu deuda

impago de un prรฉstamo

Muy sabiamente, Sanislaw Jerzy Lec llegรณ a sentenciar con cierto sarcasmo: ยซTrata de decir algo sin recurrir a leyendas, proverbios, frases hechas, sin rozar la literatura, ni siquiera la popular. ยกYa verรกs cuรกnto cuesta ser un simpleยป.

Esto viene muy a cuento porque a menudo usamos muletillas para reforzar nuestras promesas o la autenticidad de nuestros asertos. Y esas muletillas no dejan de ser adornos que en realidad poco o nada afectan al contenido real de la informaciรณn que se proporciona. Si acaso, un exceso en el uso de determinadas muletillas podrรญa revelar que, en realidad, queremos adornar mรกs de lo necesario nuestras palabras para que no quede a la vista la intenciรณn real, la mentira, el embuste.

Asรญ pues, estadรญsticamente, gracias a los macrodatos, ahora sabemos que hay una serie de palabras y frases que usan las personas que solicitan un prรฉstamo que indican en gran medida la probabilidad de que no devuelvan ese prรฉstamo. ยซDiosยป es una de las mรกs comunes.

Es decir, que quizรก determinadas creencias no sean la razรณn por la que no actuemos deshonestamente, sino precisamente el estรญmulo para hacerlo. O tal vez Jerzy Lec tenรญa razรณn y nos gusta engalanar lo que pensamos, hacemos y decimos, aunque ese artificio realmente no tenga un peso real, salvo a nivel retรณrico.

Pero de nuevo recurramos a un apotegma, esta vez del fรญsico y matemรกtico alemรกn Max Planck, y constatรฉmoslo: ยซLos experimentos son el รบnico medio de conocimiento a nuestra disposiciรณn. El resto es poesรญa, imaginaciรณnยป.

ESCONDIENDO TUS VERDADERAS INTENCIONES

Segรบn el investigador de macrodatos o big data Seth Setphens-Davidowitz, hay palabras o frases que se emplean comรบnmente a la hora de solicitar un prรฉstamo. En su libro Todo el mundo miente, enumera las que se usan en solicitudes de prรฉstamos por gente con mayor probabilidad de devolverlo, asรญ como los usados por gente con menor probabilidad de hacerlo, citando un estudio realizado al respecto por parte de tres economistas de las Universidades de Delaware y la Columbia Business School en el aรฑo 2016.

  • Mayor probabilidad de devolverlo: ยซlibre de deudaยป, ยซdespuรฉs de impuestosยป, ยซgraduadoยป, ยซtipos de interรฉs mรกs bajosยป, ยซpago mรญnimoยป.
  • Menor probabilidad de devolverlo: ยซDiosยป, ยซprometo pagarยป, ยซhospitalยป, ยซpromesaยป, ยซgraciasยป.

Los autores del estudio emplearon herramientas de minerรญa de datos y algoritmos de aprendizaje automรกtico para procesar y analizar automรกticamente el texto de mรกs de 120.000 solicitudes de prรฉstamos de Prosper.com, una plataforma de crowdfunding en lรญnea.

A vuelapluma, enseguida vemos una diferencia importante entre el primer y segundo grupo. Las personas del primer grupo aluden a cuestiones tรฉcnicas, fรกcilmente comprobables. El segundo agrupo hace hincapiรฉ en cuestiones inmateriales, inconcretas, vinculadas con la moral o los sentimientos. Tal y como abunda en ello Setphens-Davidowitz:

Cuanto mรกs recalque una promesa, mรกs probable serรก que la rompa. Si alguien escribe ยซprometo devolver el dinero y pongo a Dios por testigoยป, las probabilidades de que lo devuelva serรกn mรญnimas. Apelar a la misericordia ajena (explicar que se necesita el dinero para un familiar ingresado en el ยซhospitalยป) tambiรฉn indica escasas probabilidades de que alguien pague el prรฉstamo. De hecho, mencionar a cualquier familiar (un esposo, un hijo, un padre) es seรฑal de que no se devolverรก el dinero.

impago de un prรฉstamo
Imagen: Pixabay

Uno de los indicadores mรกs altos de que alguien no iba a devolver el prรฉstamo solicitado era la palabra ยซDiosยป. Quienes la mencionaban tenรญan 2,2 veces mayor probabilidad de no pagar. La palabra ยซDiosยป, pues, era un claro signo vinculado a la mentira, la deshonestidad y la inmoralidad.

Naturalmente, no podemos saber si todas las personas que aluden a Dios en sus promesas son creyentes o solo estรกn fingiendo que lo son porque hay cierto consenso social a la hora de considerar a los creyentes como personas mรกs honestas (bรกsicamente porque uno deberรญa comportarse mejor si asume que hay un ojo que todo lo ve monitorizando todas las decisiones morales). Lo รบnico que podemos constatar es que las palabras no seรฑalan lo que somos, sino que son algo asรญ como piezas en un juego de inteligencia maquiavรฉlica, que se decide usar de una u otra manera para presentarnos frente a los demรกs o para persuadir a nuestra audiencia.

De igual modo, no podemos saber si alguien que dice ยซellos y ellasยป en un discurso es menos machista que alguien que solo dice ยซellosยป. Puede que asรญ sea o puede que sencillamente el machista haya optado por su uso para ocultar sus verdaderos pensamientos. (Esto, a su vez, nos lleva a la conclusiรณn de que cambiar palabras o maneras de decir las cosas en realidad no cambia las intenciones y mucho menos la realidad, sino que mรกs bien las palabras son un reflejo de las mismas. Pero eso es objeto de glosa para otro artรญculo).

Corolario: Desconfรญa del exceso de buenas palabras como de los trajes demasiado planchados y almidonados o las sonrisas supernumerarias de dientes: mรกs que reflejar la verdadera intenciรณn, acostumbran a tratar de eclipsarla. Lo juro por Snoopy.

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Patrick Thomas

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