La espera de Bnomio se mide en todo lo que ve en la pared. Hasta que llega su turno pasa un tigre, una sirena, una espada, una serpiente… Al salir, un dibujo de esa raza estará para siempre en su piel.
El diseñador ha tomado sus recuerdos de los Tattoo Flash para inventar estos números, publicados en la sección de Numerografía de Yorokobu Abril, y se ha inspirado en el tatuaje tradicional u old school. «Siempre me han llamado mucho la atención estos dibujos. No solo por la técnica. También por lo que cada uno de ellos significa», indica. «He tratado de reducir al máximo cada una de esas imágenes o conceptos y hacer de cada número un tattoo».
«Me he inspirado, sobre todo, en el tattoo tradicional para poder crear mis diseños. He respetado la forma real de hacerlos. Los he diseñado llevando al ordenador el modo en el que se hacen, realmente, en la piel. Primero los he dibujado (la mayoría, a mano), los he escaneado y después he pasado la línea, el sombreado y, por último, el color», cuenta.
«Algunos de mis amigos son tatuadores profesionales. Los admiro mucho y les tengo un gran respeto profesional y personal. De ellos no solo tengo su amistad. También me llevo su obra cada cierto tiempo en mi piel», indica José Luis Pérez. «Esta es mi manera de hacerles un pequeño homenaje de la mejor forma que sé».