Cada vez es menos habitual encontrar comunidades en las que no existan lugares para reciclar los residuos. Sin embargo, esos lugares siguen existiendo. Para evitar que muchos de estos residuos se pierdan mezclados con el resto de basura, Coca-Cola ha creado centros de reciclaje portátiles. El primero ya está funcionando en Arlington, Estados Unidos.
Reimagine es el nombre que reciben estos procesadores de envases. Tienen aproximadamente el mismo tamaño que los camiones que reparten la bebida y son capaces de reciclar no sólo los envases propios de Coca-cola sino aquellos que han sido fabricados por otras marcas.
Han sido creados no sólo para reciclar resíduos en lugares que no cuenten con esa capacidad sino para incentivar el reciclaje en estados que no cuenten con programas que recompensen esta práctica. La máquina es capaz de mantener un registro con los envases que ha reciclado cada persona y otorga puntos canjeables cuanto mayor sea la cantidad de envases entregados. Estos puntos pueden convertirse en donaciones a escuelas locales o en descuentos para todo tipo de productos. Como cuenta el presidente de Coca-Cola Recycling, «creemos que Reimagine aumentará el volumen de reciclaje haciéndolo fácil, accesible y divertido».
Cada una de estas unidades tiene la capacidad de clasificar y procesar hasta 65000 latas y 18000 botellas.
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