Galileo no fue el primero en observar la luna a través de un telescopio. Unos meses antes de su avistamiento, el británico Thomas Harriot había realizado los primeros mapas lunares tras observar el satélite con su propio telescopio. ¿Por qué, entonces, el astrónomo italiano se llevó todo el mérito?
La razón, según, Gustavo Ariel Schwartz, fue haber nacido y vivido en Italia entre los siglos XVI y XVII. “Galileo conocía la técnica del claroscuro que utilizaban los pintores italianos de la época y la utilizó en sus mapas para interpretar los relieves de la Luna”.
Quizá sea el ejemplo más paradigmático de lo que puede dar de sí el mestizaje entre las distintas disciplinas creativas. “La creatividad tiene unos límites impuestos por el propio contexto. Aunque no son inamovibles. Pero, por si fuera poco, nosotros mismos nos hemos encargado, además, de interponer un muro para separar creatividad científica y creatividad artística”.
Y ya metidos en obra, seguimos levantando tabiques para diferenciar matemáticas de física, pintura de escultura, etc. Con estos muros, las sinergías entre las distintas disciplinas creativas se complican.
“Esta compartimentación de la creatividad es herencia de la Edad Moderna”. Y aunque ha dado algunos resultados positivos, Schwartz cree que sólo lo ha hecho en cuestiones puntuales y relativamente sencillas. “Para resolver problemas complejos es necesario expandir la creatividad. Tirar los tabiques”.
Galileo los tiró hace más de cuatro siglos al ‘contaminar’ su ciencia con técnicas artísticas.
Pero el del astrónomo italiano no es el único caso. “Arthur I. Miller escribió sobre cómo dos genios como Picasso y Einstein utilizaron el mestizaje entre ciencia y arte en sus respectivas obras”.
Durante su intervención en Creativity Meeting Point, el científico del CSIC tiró de otros ejemplos de sinergias interdisciplinares recientes como el juego online con el que internautas de todo el mundo, sin necesidad de conocimientos bioquímicos, han logrado encontrar en tres semanas el mecanismo por el que se pliega una proteína. “Un descubrimiento en el que científicos de todo el mundo llevaban trabajando 10 años”.
También su proyecto Mestizaje y el Encuentro Internacional sobre Literatura y Ciencia, celebrado recientemente en San Sebastián, tiene esa intención: coger pico y pala para tirar abajo los muros que se interponen entre las diversas ramas creativas.
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