¿Quién sitúa el listón que alguien tiene que superar para avanzar en cualquier actividad? Lo normal es que sean los rivales, la competencia, los que marquen el nivel. Kepa Acero decidió un buen día que serían el mar y él mismo los que dijeran dónde está el límite.
I feel the need
planted in me
millions of years ago.
Can’t you see
the oceans size?
Cantaba Pearl Jam en su tema Big Wave la sensación de formar parte de algo muy grande cuando se coge la tabla y se surcan las olas. Es un sentimiento casi atávico y totalmente imperecedero.
Kepa Acero surfea. Contra nadie. Porque hace algún tiempo decidió que sería el mar su único competidor. Acero dejó el surf ‘profesional’, el de las giras regladas por las mismas playas un año tras otro; el de los campeonatos llenos de normas y corsés. Al surfista de Algorta le faltaba precisamente lo que más ansiaba: la libertad de explorar fuera de esas giras herméticas. Decidió que ya bastaba y se convirtió en un Espíritu Libre con los mares de todo el mundo por descubrir.
Ahora, Kepa Acero se gana la vida viajando en la perpetua búsqueda de esas olas que nadie, o muy pocas personas, han surcado nunca. Los vídeos que edita el de Euskadi son precisamente eso, un canto repleto de hielo, arena, sol, viento y, sobre todo, mar y libertad.
Sol se encuentra, al igual que Kepa Acero, en pleno proceso de búsqueda. En el caso de Sol, el objetivo es encontrar al Espíritu Libre del Año. Para ello, están solicitando que todos aquellos que tengan una historia que se base en los mismos pilares de la de Kepa, la fidelidad a unos principios propios y la libertad, que envíen una propuesta.
Todo lo que tienen que hacer los candidatos a Espíritu Libre del Año es contar su historia en el sitio web SolEspirituLibre.es. El ganador se lleva a casa 5.000 euros y, entre todos los registrados en SolEspirituLibre.es se sorteará un año de cerveza Sol gratis.
Volviendo a la canción de Pearl Jam, lo que pedía la banda de Seattle es una gran ola. Kepa Acero no la pide. Sale a su encuentro.
