Los créditos iniciales de Transparent comienzan con planos de grabaciones caseras de distintos bar mitzvah. (Un bar mitzvah es una ceremonia judía en la que un niño o niña de doce años es reconocido como adulto por su comunidad). Aunque muchos no conocemos esta ceremonia, las imágenes remiten a tiempos que nos resultan familiares, mitificados por el desconocimiento, la distancia o el olvido (el último plano marca 1994).
Es la magia que crean las viejas películas: al encuadrar la felicidad se nos antoja que aquellos tiempos eran menos complicados, al menos para los niños.
Las imágenes de los bar mitzvah abren y cierran los créditos envueltas por el piano de Dustin O’Halloran. Entre ellas hay planos de travestis o drag queens que sorprenden por contraste. Pertenecen al documental The Queen (1968) de Frank Simon. En esta película hay protagonistas que se sienten mujeres y otros «hombres con faldas» (concepto que aparece cuando Maura visita el campamento travesti).
Entre los planos de The Queen, los planos de dos niños que remedan a niñas. Niños en el centro de los créditos. La colocación de los niños tiene una intención: refleja que Maura, la protagonista, ha vivido gran parte de su vida como hombre y que rara vez se ha movido por sus sentimientos como mujer. Lo femenino envuelto o ahogado por lo masculino.
— En el Colegio de Primaria Westlake —dice Maura a su mujer e hijos— me ponía en la fila de niñas; me parecía lo correcto. La señora Painter me obligó a salir de esa fila y estar en la fila de niños. […] Fue cuando supe que era diferente.
Volvamos a The Queen: la primera imagen que aparece del documental es una figura humana difusa. Después reconocemos a un hombre vestido de mujer. (¿Travesti o mujer transexual?). Se hace alusión a cómo Mort (el hombre) adquiere su identidad como Maura: de un punto vago a un estado definido.
A continuación, el rostro de un travesti o transexual ocupa la pantalla. La palabra TRANSPARENT llena la pantalla como un grito que se repite, pero no escapa de la boca. TRANSPARENT bocabajo y bocarriba: alude a la doble vida de Maura «la parte que se ve» (como Mort) y «la parte que no se ve BIEN» (como Maura).
Y aparecen los niños.
El primero parece imitar a una mujer cantando (como muchos hombres entendemos las imitaciones de las mujeres).
El segundo niño sale tras otro travesti o transexual, y tiene pantalón corto y una camiseta arrollada como si fuera el sujetador de un bikini. Parece que alguien ha dicho: «Pareces una niña», y él posa como una chica para seguir la gracia.
Estos niños juegan a ser niñas, sin otra intención, en momentos que los adultos permiten o aceptan que los hombres o los niños se comporten como mujeres (fiestas, celebraciones o bromas consentidas). Fuera de momentos socialmente aceptados, comportarse como una niña es visto por la sociedad como una rareza, un vicio o una locura. A Maura no le permitieron quedarse en la fila de las niñas.
Los créditos terminan con el código de tiempo de 1994. Es el año en el que Maura visita un campamento travesti: un sitio para que los hombres puedan mostrarse femeninos. Ser hombres y llevar faldas. Maura se siente extraña: no es un hombre que se disfraza de mujer; al contrario, es una mujer que se disfraza de hombre.
Bellos créditos para una bella serie.
Los créditos de TRANSPARENT o la edad de la inocencia
