Los puñeteros unicornios: Los vídeos del viernes

Os voy a fastidiar el fin de semana. Hay días en los que me digo, ¿por qué no hago el mal para compensar las amplias dosis de bonhomía con las que riego mi día a día? Y bien, hoy toca. La semana pasada os hablé del peligro que acarrea Satán. No acaban ahí los capítulos divulgativos acerca de criaturas mitológicas que viven en el infierno. En el capítulo de hoy, ¡los unicornios!

Alguien se preguntará, ¿y qué tiene de malvado esto que haces, David? Pues bien, me explico. En cuanto escuchéis esta descarnada melodía, no podréis quitárosla de encima. Para que veáis los cabrón que se puede llegar a ser con un ukelele.

Después de esto, que se pare el mundo, que yo no quiero seguir aquí. Ese es más o menos el efecto conseguido en este vídeo. Para crearlo, se puso una cámara de alta velocidad en un tren de alta velocidad. Todo a muy alta velocidad, vamos. Bueno, todo menos la reproducción, que consigue el efecto Hiro Nakamura de esta bonita manera.

Soy consciente de que los que tienen (tenemos) iPhone, viven (vivimos) en un mundo paralelo de gominola y explosiones multicolor de motores de dieciseis válvulas. Para los que no disfrutáis de estas sensaciones, que sepais que existe un juego para estos dispositivos que parte la pana. Se llama Angry Birds y en él se produce una eterna batalla entre pájaros y cerdos. En un show israelí han intentado que se llegue a un acuerdo pacífico en esta cruenta batalla, lo cual no deja de ser un graciosísimo requiebro de la vida. Que Israel intente pacificar algo sólo podía pasar en un programa de humor.

Sabemos que practicar deportes con un cierto riesgo es peligroso para la integridad del cuerpo. Lo que somos unos miedosos, minimizamos riesgos sin dejar de ser guays. Por eso practicamos el skateboarding… con los dedos. Como máximo se rompe un nudillo.

Llega la Navidad y, con ella, los anuncios que rezuman glamour -cada vez que alguien dice glamour, yo, que soy un perro, mato un gatito-. Vodka Rökk ha creado uno de estos anuncios, aunque le ha dado un pequeño toque, digamos, local.

Lucio Arese ha creado una fantasía en 3D en la que la imagen y el audio conectan de manera tremendamente rigurosa.

De los creadores de ‘Hola, soy Carlo Padial’, un interesante fanzine visual ibicenco para los aficionados a las tendencias más atrevidas.

Para terminar, @marcushurst, que es un tipo que lleva el zen a rajatabla, ofrece, para tranquilizar el espíritu, un bonito viaje subacuático por los fondos de las islas Galápagos. Bue fin de semana y, como decía mi abuela, «¡abrigarse, que refresca!».