El cine y los noticieros convirtieron a México en un estereotipo. En gran parte del mundo, decir hoy por hoy el nombre de este país suscita una evocación a la pobreza, la violencia, las drogas o la migración por su frontera norteña. Víctor Hugo Durán es un nuevo cineasta graduado en la Universidad de Columbia que pertenece a esa generación X con ADN mexicano y pasaporte de Estados Unidos. El nuevo cortometraje en el que trabaja quiere cambiarle el guión a esa mala imagen generalizada de su país de nacimiento.
Este creador de 28 años nació en Victoria, una ciudad de unos 18.000 habitantes en el estado mexicano de Guanajuato, pero a los tres años de edad se instaló con su familia en Los Ángeles (EE UU). “Por asuntos de papeles” no pudo regresar a México hasta los 18 años, así que, aunque creciera en un barrio humilde de puros inmigrantes sureños, en su entorno, su tele y su sociedad siempre vio México reflejado en el espejo del prejuicio gringo.
El día que por fin pudo regresar a Victoria, Hugo Durán comprobó en sus propias carnes que aquello que pensaban en su país de adopción no era la realidad: “Cuando tuve la oportunidad de pasar el rato con mi primo adolescente y sus amigos –algo que ya hace siempre que puede-, me di cuenta de que eran como mis amigos y yo en Estados Unidos. Les importaba salir por ahí, el agoreteo, la chicas… Sus mayores preocupaciones no tenían que ver con nada de drogas, ni de violencia…, eran cosas tales como si podrían ingresar en la universidad a la que querían ir, si tendrían que pagar la escuela ellos o sus papás, las ganas que tenían de salir de su pequeña ciudad para vivir en León o en el Distrito federal … Lo mismo que piensa un joven en cualquier otro pueblo chico del planeta”.
Ese conocimiento de causa es el germen que inspiró su nuevo corto, Victoria , Gto (aún sin estrenar). Se trata de la historia de unos adolescentes mexicanos “normales” que sufren, se alegran, pelean y ríen por cosas “normales”. “Tienen las esperanzas y sueños de cualquier otra persona del mundo”, deja claro el director. “Un día les pregunté a mis primos y sus amigos que qué era lo peor que les podría pasar allá. Ellos respondieron que no poder acceder a la educación superior en la que deseaban entrar. Entonces me di cuenta de que en eso nunca se fija un ‘blanco’ que quiere hablar sobre adolescentes en México”.
victoria, guanajuato (teaser) from Víctor Hugo Durán on Vimeo.
El cineasta, autor de los cortometrajes Fireworks -2012-, Elotes -2011- y Botiando -2007-, se inspiró en trabajos como Un mundo para Raúl de su compañero de oficio Mauro Mueller. “Me atrae la sensación de autenticidad”, afirma. Por eso decidió que los actores de su película, tanto los extras como los protagonistas Tavillo y Armando, serían jóvenes locales de ese pueblo, y la trama, la sencilla realidad de sus vidas.
Con ese cambio al típico guión y un presupuesto para realización y difusión que no supera los 9.000 dólares que han donado sus seguidores, el joven director presentará su proyecto independiente en el próximo Festival Internacional de Cine de Guadalajara y media docena de muestras más
“Es la historia de los sueños, valores, esperanzas y aspiraciones de unos chicos en una pequeña ciudad llena de colores y calles empedradas enclavada en un pequeño valle impresionante. No hay drogas, no hay balas, no hay emigrantes que contactan con coyotes para pasar a Estados Unidos”, concretiza. “Es una filmación sobre los jóvenes de México y sus problemas, la luz de futuro del país. Ese cortometraje de historias sencillas y final feliz que nadie hace sobre mi país”.