Las películas de televisión americanas que ponen antes de las alemanas

Prueba de inocencia ( Mommy, I Didn't Do It)

Las películas de televisión norteamericanas están interpretadas por tres o cuatro actrices rubias cuyo nombre no sabemos, de edad indefinida, pero que hemos visto en otras películas de televisión. O por la niña de Aquellos maravillosos años ya adulta o por la actriz de Sensación de vivir que luego trabajó en Embrujadas.

Son las teloneras de las películas alemanas a la hora de la siesta.

En el cine se está respetando los títulos originales (aunque sean impronunciables), pero las películas de televisión tienen títulos inventados para España:

  • Son contundentes: acaban en mortal, infernal, letal como en Seducción letal o Amistad mortal.
  • Recurren a la redundancia o la repetición del tipo «subir parriba» o «baja pabajo» como Acoso sin tregua (¿hay un acoso al ralentí?) o Venganza letal.
  • Los secretos de…

Los argumentos son sencillos:

  • Mi hermana me odia, pero no sospeché cuando tiró mi conejito al lago hace 30 años.
  • Nuestra niñera se pasea en bikini por la casa mientras mi marido trabaja en el salón y yo fuera de casa.
  • Me casé con un chico bueno: lo que pasó a continuación te sorprenderá.
  • La gente que me rodea muere asesinada, pero el tonto siempre-seremos-amigos está ahí para apoyarme.
  • Mi cuñado mató a mi hermana, pero nadie me cree.
  • Tengo 48 horas para acabar un artículo sobre un canalla guapo y famoso que no concede entrevistas.
  • Cosas que te pueden ocurrir si te compras una casa victoriana.
  • Me quedé viuda. El banco quiere embargarme, pero el chico cuyo-nombre-ignoro conoce el negocio.
  • La navidad era un asco hasta que te conocí.
  • Hicimos unos experimentos genéticos en el laboratorio con animales depredadores: no sabemos qué pudo salir mal.

Los experimentos genéticos han resultado ser un filón: el monstruo de la semana ha sustituido a la enfermedad de la semana.

Tarántulas, serpientes, cocodrilos y tiburones modificados siembran el pánico. Los tiburones son un subgénero aparte: los hay de hielo, de agua dulce y con tres cabezas. Tiburones-pulpo, tiburones-piraña, tiburones-araña. Gigantes. Con estrategia militar. Con brazos. Voladores. Que de un salto atrapan un Jumbo en pleno vuelo.

Tiburones mezclados con otras películas: Sharkenstein (tiburón hecho de tiburones), tiburón zombi, tiburón satánico.

Shark Exorcist

Las reuniones creativas no desechan nada de la tormenta de ideas. La consigna es: ¡Más películas, más dinero!

En estas películas de tiburones que parecen pensadas por Hommer Simpson hay algún actor conocido para dar cierto empaque a la producción: el que anuncia tortitas con forma de barquito o el hermano (madurito) de ese otro actor famoso (madurito) cuyo nombre tampoco recordamos.

jersey-shore-shark-attack

Quienes producen estas películas no sienten vergüenza de los guiones ni los efectos especiales que parecen hechos a mano. Ni vergüenza a la hora de promocionar las películas:

«OLVIDA LOS VENGADORES», dice la publicidad de Jersey Shore Shark Attack.

Ya sea familiar, de intriga o de monstruos marinos, hay elementos comunes:

  • Las casas en medio del bosque están impolutas (menos las casas victorianas). Ni una mota de polvo. Ni una telaraña. Aunque hace años que nadie va a la casa. ¿Cómo lo hacen? Nosotros pasamos la mopa y después el robot, y al mirar atrás vemos pelusas.
  • En un local o cocina con diez personas cuando un personaje dice a otro: «Hablemos en un lugar privado», se apartan dos metros, a una esquina, como si ese punto de la habitación fuera insonorizado.
  • Las protagonistas toman vino tinto en copa grande en una cocina con una isla tan grande como nuestros cuartos de baño.
  • Una escena donde la protagonista practica running.
  • Las malas tienen palitos de sushi en la cabeza.
  • Las protagonistas son salvadas por un chico guapo o un policía guapo en el último minuto (cuando un protagonista masculino es salvado por la policía se considera un error de guion).

Lo único que pedimos a un película de televisión americana es que la protagonista nos caiga simpática. Es la hora después de la comida. La hora de la siesta. Por esto están interpretadas por tres o cuatro rubias cuyo nombre no sabemos, de edad indefinida, pero que hemos visto en otras películas de televisión… o por la niña de Aquellos maravillosos años.

 

Imagen de portada: Prueba de inocencia ( Mommy, I Didn’t Do It) con Danica McKellar

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