¿Por qué la gente suele darse con las motosierras en la cara?

2 de diciembre de 2011
2 de diciembre de 2011
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El Departamento de Salud de EE.UU., el país con más motosierras per cápita del mundo, hace tiempo que publica una serie de folletos de seguridad destinados a los usuarios o posibles compradores de esta peligrosa maquinaria. En ellos, adjunta un gráfico que muestra las partes del cuerpo que sufren mayores daños en accidentes con motosierras.

En este gráfico se puede ver que, junto con las dos piernas, una de las partes que se lleva mayor número de heridas es la cabeza, más concretamente la zona de la cara y de la frente. Más incluso que la zona de los pies, que podrían parecer más susceptibles a ser cercenados en un desliz.

¿Cómo es posible que la gente se seccione el frontispicio al usar una sierra mecánica? Pues es bastante habitual porque las motosierras sufren de una «interesante» propiedad llamada “contragolpe”.

Se trata de una suerte de rebote inesperado que ocurre cuando el cuarto delantero superior de la hoja entra en contacto con un tronco o material más duro de lo normal, produciéndose una fuerza de reacción hacia arriba que da lugar a que la hoja se precipite contra la cara del usuario.

Esta reacción, además, puede provocar la pérdida del control de la sierra, lo cual podría producir también serias lesiones personales para los transeúntes o las personas que estén alrededor mirando.

Aunque las cifras anteriores del gráfico muestran que en EE.UU. hubo más de 3.418 lesiones en el «área de la cara» durante un año, se puede observar también de forma curiosa que la zona de la mano libre se lleva 17.994 lesiones, más incluso que las lesiones que se producen en las piernas.

Sin embargo no hay puntos en la mano derecha, posiblemente porque es la que aprieta el botón de funcionamiento. Pero ¿por qué tantas lesiones en la mano libre? ¿Acaso los incautos usuarios la ponen para sujetar los troncos? Nada más lejos de eso.

También tiene que ver con el rebote de la motosierra. Al producirse y venir la hoja hacia nuestra cara, las personas instintivamente pone la mano libre para parar la hoja y protegerse la cara. Si uno está al día con sus reflejos, se lleva el corte en la mano. Pero muchas veces el contragolpe es tan rápido que lo unico que le queda al usuario es acostumbrarse a vivir con una buena cicatriz en el entrecejo.

Y es que una motosierra que está cortando a máxima potencia puede dar un contragolpe en una décima de segundo: mucho más rápido que el tiempo de reacción humana.

Muchas de las sierras mecánicas modernas ya vienen con con una variedad de dispositivos destinados a reducir el riesgo de lesiones por contragolpe, como el freno de cadena (en caso de contragolpe, detiene la cadena al instante) o una guarda de la punta que impide que la punta en el sector maldito de la sierra toque la madera.

Sin embargo, existen muchas motosierras antiguas, de segunda mano o que forman parte del equipamiento obsoleto de jardineros o podadores, que no lo incorporan. De hecho el de podador es, según todos los índices de siniestralidad, el trabajo más peligroso de EE.UU., el que mayor índice de muertes por accidente de trabajo acumula, por delante de bomberos y junto a los pescadores de cangrejos de Alaska.

Según estadísticas del Bureau of Labor Statistics americano, los podadores, que también están sometidos al impacto de las ramas o árboles que cortan, tiene 20 veces más riesgo de sufrir un accidente laboral que el promedio de los demás trabajos; y mueren 120 personas de cada 100.000 podadores que trabajan anualmente.

Tantos, que muchas empresas de seguros no quieren cubrir a estos trabajadores con una póliza ni por todo el oro del mundo.

Fuente y fotos: Health.ny.govWindsor Forestry y Oregon Chain

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