Requiem por News of the World


Corrรญan los primerรญsimos aรฑos 90, y se empezรณ a editar en Espaรฑa todos los lunes el periรณdico mรกs descacharrante y fresco del kiosko. En plena crisis econรณmica, garantizaba varias sonrisas al lector, por un muy mรณdico precio. En algรบn lugar guardo los 10 primeros numeros. Despuรฉs el pรบblico se cansรณ y regresรณ a sus pรกginas de deportes, trufadas de los sabios comentarios de los jugadores y las no menos sabias rรฉplicas de sus entrenadores. Lo de siempre.
El tรญtulo de aquel rotativo era โ€œNoticias del Mundoโ€ y nada tenรญa que ver con el homรณnimo (en inglรฉs) que fundรณ Rupert Murdoch, que hoy se encuentra en el ojo del huracรกn.
Hay que seรฑalar que aquรญ, en el Reino Unido, los periรณdicos tienen la fea costumbre de cambiar de nombre los domingos. Asรญ, The Guardian se convierte en The Observer, The Times en The Sunday Timesโ€ฆ y The Sun, el rey de los tabloides, en el ya desaparecido NEWS OF THE WORLD, que da tรญtulo a este postโ€ฆ mortem.
Tengo en mis manos un ejemplar de su รบltima tirada (que alcanzรณ los 5 millones de copias), y las lรกgrimas de gratitud asoman a mis ojos, mientras leo en las letras grandes firma de la casa โ€œThank you & Goodbyeโ€ nยบ 8.674. Y debajo el subtรญtulo โ€œDespuรฉs de 168 aรฑos, decimos adiรณs con orgullo y tristeza a nuestros siete millones y medio de lectoresโ€ . Lo mejor es una etiqueta roja en la parte inferior, donde puede leerse โ€œLos beneficios de esta ediciรณn histรณrica irรกn a parar a obras de caridadโ€.
Eso que en Espaรฑa se ha dado en llamar โ€œรฉtica periodรญsticaโ€ en el Reino Unido brilla por su ausencia, y sin embargo no estoy seguro de preferir un modelo a otro. No es difรญcil desayunar mientras uno hojea el diario gratuรญto Metro o el ya mencionado The Sun y toparse con alguna fotografรญa de algรบn menor con la cara destrozada por una paliza que le han dado sus padres.
En Espaรฑa eso serรญa impensable, aquรญ, entre haggis y fish & chips todo se digiere. Por eso llama la atenciรณn que un asunto con mรกs fondo polรญtico que social haya sido el detonante que ha puesto contra las cuerdas al viejuno Murdoch y a su ex protegida pelirroja Rebekah Brooks.
Pero nadie habla del origen real del asunto. Todos los plumillas britรกnicos saben que nadie paga tanto como News of The World. El escรกndalo surge porque alguien ha pinchado los telรฉfonos de gente que lo ha pasado mal (los padres de Madeleine MacCain, soldados caรญdos en Afganistรกn, vรญctimas del 7/7) ยฟPara quรฉ? Para buscar algรบn mensaje de voz o de texto que arrojara luz (o morbo) o ambas cosas sobre los temas escabrosos que preocupan de verdad a los britรกnicos. Prueba de ello es que los tabloides como The Sun, el Daily Star o el Daily Express son, de lejos, los que mรกs tirada tienen.
En su pรกgina 3 siempre hay una joven de pecho generoso en top-less y una leyenda en vertical que suele decir algo como โ€œPamela, 22, Manchesterโ€. Luego algรบn futbolista o jugador de hockey o jinete pillado in fraganti con su enรฉsima amante o esnifando cocaรญna con los calzoncillos por las rodillas. O un polรญtico conservador fotografiado saliendo de una sauna gay. ยฟNo es delicioso?
La coalicciรณn gobernante, formada por Cameron y Clegg, puede romperse porque el primero contratรณ como jefe de comunicaciรณn nada mรกs y nada menos que al editor jefe de NOTW, Andy Coulson (en libertad bajo fianza).
Llevarse las manos a la cabeza sale gratis, pero aquรญ todo el mundo lee tabloides. Y Murdoch probablemente sea un canalla, pero gracias a รฉl el periodismo sigue siendo un lugar peligroso.
โ€”
Antonio Dyaz es director de cine y nuestro enviado especial en Edimburgo

รšltimo nรบmero ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

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Yorokobu es una publicaciรณn hecha por personas de esas con sus brazos y piernas โ€”por suerte para todosโ€”, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

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