Mirado desde cualquier perspectiva psicológica, el entretenimiento es algo rotundamente necesario. Disfrutar del concierto de nuestro grupo favorito, por ejemplo, es beneficioso para nuestra mente y no le hace daño a nadie.
Mirado desde el punto de vista medioambiental, ese mismo concierto musical puede suponer un agravio que se contabiliza en grandes cantidades de energía consumida, generación de basura, contaminación lumínica, gasto de combustible en traslados y emanación de emisiones para hacer venir a público y artistas.
2Abejas es una productora mexicana que trabaja por reducir lo segundo sin prescindir de lo primero. “Promovemos el cuidado del medio ambiente a través conciertos, festivales, puestas escénicas… entretenimiento en vivo”, explica Pablo Zacarías, cofundador de la empresa. Para ello, han centrado su trabajo en crear eventos realizados bajo la política del mínimo impacto ambiental.
“Nos distinguimos de otras productoras al implementar protocolos de gestión ambiental en nuestras producciones y por colaborar con entidades sociales. Utilizamos ecotecnologías, seguimos un protocolo sólido de manejo de residuos. Somos la primera productora en México impulsando la necesidad de una gestión ambiental en la Industria del Entretenimiento y la Cultura”.
El por qué Zacarías y Cris Rodríguez, su pareja y socia, decidieron abrir camino a su empresa por la vía verde tiene raíces en un pasado universitario en el que ya organizaban eventos. Por aquel entonces se preocuparon de que la diferenciación de sus conciertos consistiese en un costo justo, libertad de vestimenta y emplazamiento accesible para cualquiera. Fundaron la productora y se especializaron en traer artistas extranjeros. Pero después del mal año que les dio la gripe porcina –no acudían artistas a México-, estos emprendedores decidieron irse a vivir al bosque veracruzano y realizaron una maestría llamada ‘Estudios transdisciplinarios en la sostenibilidad planetaria’. Su experiencia y sus nuevos conocimientos les hacían dar con algo: el entretenimiento sustentable.
Su nombre, 2abejas, adquiría más sentido que nunca: “Las abejas son las mejores productoras del planeta. Saben lo que hacen. Trabajan bien, lo hacen por la comunidad y todos sus residuos son útiles, como la miel o la jalea. Todo lo contrario que las moscas”, argumenta Zacarías.
En los eventos que ellos organizan, la totalidad de los residuos generados se recuperan y se tratan, la iluminación es LED y se reduce al mínimo, el audio es el más eficiente, y si no se consigue generar toda la electricidad con bicis conectadas a unas grandes dinamos, la alternativa es Biodiesel de aceite reciclado, el que tiran las empresas. “No de aceite de palma”, puntualiza el fundador, “que es menos contaminante que el petróleo, pero provoca muchas deforestaciones en la selva”.
Recientemente han reorientado su actividad al arte local. Por aquello de no generar traslados contaminantes innecesarios. Si alguna vez no pueden renunciar a la visita de algún grupo extranjero, neutralizan los daños pagando una cuota para reforestación proporcional al número de personas que hayan hecho tomar un avión, por ejemplo. “Sin abusar de esto”, añade Zacarías, “porque esa es la técnica que utilizan muchas compañías en grandes proporciones para decir que sus emisiones son cero”.
“Queremos la reconstrucción del tejido social a través del entremetimiento en transición”, dice, “y digo en transición porque no es sostenible, aún estamos muy lejos de eso, tal y como explicaba Rob Hopkins a través de su Transition Town, solo seguimos tratando de alcanzarlo”.
2Abejas solo se presta a organizar los eventos de los grupos que quieran adquirir un compromiso verde y busca a los que ya lo tienen. También ofrecen consultorías a interesados en elaborar sus eventos siendo respetuosos con la naturaleza. Y además, han lanzado un certificado llamado Colmena que avalará la autenticidad de los acontecimientos que se vendan como sustentables. Se lo otorgarán a quienes en sus actos “reduzcan el impacto ambiental y aumenten el social. Esa es nuestra filosofía”.
La empresa, que cuenta con doce empleados, divide su trabajo en varias áreas, “como en un panal”, explica el director: “CERA diseña productos de entretenimiento y culturales, OBRERA los produce, NÉCTAR planea una gestión ambiental adecuada a cada producción y ANTENA los comercializa. POLEN se encarga de lo audiovisual”. Sus servicios los ofrecen a Gobierno, empresas, ONG, instituciones públicas y privadas. Y de su trabajo, una parte es destinada a apoyar a organizaciones civiles como Isla Urbana, que se preocupa por el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente.
“Nuestro negocio trata de evitar la destrucción del ecosistema sin tener que prescindir de nuestros momentos lúdicos”, reafirma Zacarías.
Una de las últimas programaciones de esta productora fue el evento Festival Rodante, que tuvo como artistas principales a un grupo musical llamado Los Ginger Ninjas. Ellos habían llegado desde Estados Unidos y recorrido México en bicicletas -en varias ocasiones- cargados con sus instrumentos, que también funcionan solo gracias a la energía que crea su público pedaleante. Incluso se pidió a la audiencia que viniera en bici o transporte público, como es política en 2Abejas. Y fue ella misma quien pedaleó durante todo el evento en bicis generadoras para escuchar a los cantantes. Contaminación del evento, cero. Precio, la voluntad. Ahora la productora tiene próximas intenciones de repetir en Mérida, Querétaro, y por partida triple en Ciudad de México.
Los conocimientos que poseen han dado pábulo a esta pareja hasta en la radio, donde tienen su programa (Tierra Negra) para hablar de la sustentabilidad ecológica llevada al disfrute humano.
“Lo que queremos es crear experiencias. Promover el cuidado del medio ambiente a través del entretenimiento. Minimizar nuestra huella ecológica por un futuro sostenible. Unir la pasión por los escenarios y la responsabilidad con nuestro planeta. En definitiva, hacer vibrar y reflexionar a través del entretenimiento”.
El director defiende que “más que una empresa” son “una comunidad”. “Además las abejas son pacifistas porque, si te pican, se mueren”, termina su disertación sobre insectos; “cuanto más nos comportemos como abejas y menos como moscas, el mundo va a ser mucho mejor”.
