Todo el mundo reconoce la silueta de las míticas zapatillas Adidas Superstar:
Se han popularizado a lo largo de los años hasta convertirse en un verdadero icono de moda, y muchos de los que las han conocido ya como un clásico desconocen sus orígenes ligados al deporte y a la calle.
Adidas quiere rescatar estos inicios del olvido con su última campaña. Su lema, «Superstar no es lo que crees que es».
El diseño lo creó Adi Dassler en 1969 inspirándose en un modelo de zapatillas de tenis de Adidas. Para proteger el pie del deportista colocó en su puntera la característica pieza de goma que la recubre. En los años 70, fueron los jugadores profesionales de baloncesto los primeros que las vistieron: eran las deportivas más ligeras y cómodas, además de estar hechas a prueba de pisotones. El 75% de los jugadores de la NBA las calzaba. Además, su origen europeo les daba un aire de originalidad que no podían ofrecer los modelos americanos.
Una década después, salieron de las canchas y empezaron a verse por las calles: se asociaron al Street Style y al Hip Hop, sobre todo como referentes de la estética b-boy en Nueva York, y desde entonces no volvieron a ser solo para los atletas. Su conexión con el rap se consolidó cuando Run-DMC comenzó a vestirlas sin cordones, combinándolas con abrigos de cuero y cadenas de oro, para más tarde incluir un tema titulado My Adidas en un LP de éxito que presentaron en el Madison Square Garden.
Todos querían ponerse las Superstar por bandera. En la costa oeste californiana lo hicieron los DJ, patinadores y otros artistas. En Tokio, la cultura Otaku. En Londres, se veían tanto en los clubs de acid jazz más alternativos como en las discotecas con más caché.
Su silueta, cuarenta y seis años después, ya situada en la cima del street wear, sigue teniendo un aire deportivo que habla en secreto sobre sus orígenes. Es sabido que la moda va forjándose en torno a ciclos y que, a menudo, las pasarelas miran a la gente de la calle para alimentar sus tendencias. No es raro, entonces, que un producto nacido para el deporte y la comodidad haya dado el salto a la cima de la moda. Pero sí es más reseñable que haya acompañado durante décadas a tantas subculturas diferentes, encajando a la perfección con cada una de sus filosofías y demostrando, así, su potencial más humano.
En la nueva campaña de Adidas, David Beckham, Rita Ora, Pharrel Williams y Damiam Lillard reflexionan sobre qué es ser una Superstar.
En el spot dicen no considerarse superestrellas si eso significa que hablen de ellos, que los llamen por el nombre de pila, que sus fans quieran saber dónde y con quién están, qué han desayunado y qué llevan puesto. Los cuatro afirman que no quieren ser superestrellas si eso significa que gente a la que nunca conocerán les diga que son especiales.
Adidas, una marca tan ligada al público joven, lanza esta propuesta intimista para hacer un paréntesis en una vida cotidiana moderna tan marcada por la apariencia y el «qué dirán».
La campaña no da respuestas absolutas, solo sugiere. Las cuatro estrellas comentan lo que no es ser una superestrella. Cada uno debe tomar sus propias conclusiones sobre las acciones y actitudes que sí lo convierten en una. De la misma forma que un par de Superstars lleva implícita la historia que las define, solo visible para aquel que se para a conocerla, a comprender que solo llegaron donde están después de haber sido auténticas y reales durante años.
Muchos quieren ser Superstars, pero muy pocos saben lo que eso significa.