Clรกsicos que hablan de uno de los grandes temores de la humanidad: el miedo a la ciencia

TERROR EN EL LABORATORIO
TERROR EN EL LABORATORIO

A principios del siglo XIX apareciรณ un fenรณmeno que parecรญa explicarlo todo: la electricidad. A ella atribuyeron el origen de la vida e incluso la posibilidad de una forma de resurrecciรณn. El fisiรณlogo italiano Luigi Galvani habรญa descubierto unos aรฑos antes que detrรกs de los impulsos nerviosos de los seres vivos habรญa electricidad. El mรฉdico britรกnico Erasmus Darwin especulรณ sobre la reanimaciรณn de microorganismos muertos.

Los intelectuales de entonces estaban entusiasmados con el hallazgo. La electricidad podรญa sustituir incluso al mismo dios. El tema despertaba todo tipo de teorรญas a favor y en contra. Abrรญa esperanzas de un nuevo futuro mรกs cientรญfico y provocaba terror por lo que el humano podrรญa llegar a crear.

Una noche de tormenta, junto al lago Lemรกn, Lord Byron, Mary Shelley, Percy Shelley y John Polidori hablaban de estos asuntos. Byron, el poeta inglรฉs que escribiรณ Don Juan, retรณ a sus amigos: ยซCada uno escribirรก un cuento de fantasmasยป.

De esa apuesta surgiรณ una de las grandes novelas de ciencia ficciรณn y, a la vez de amor, de los รบltimos siglos: Frankenstein o el moderno Prometeo. La escribiรณ Mary Shelley, la joven de 18 aรฑos, que una noche, acostada en su cama, se enredรณ en las ideas de la electricidad y la vuelta a la vida a base de calambrazos. Pensaba en algo sorprendente que contรณ Darwin. Este fisiรณlogo contaba que habรญa sido capaz de ยซpreservar en una caja de cristal un trozo de vermicelli hasta que, por algรบn medio extraordinario, comenzรณ a moverse por voluntad propiaยป.

ยซMi imaginaciรณn, sin ser rogada, me poseyรณ y me guiรณยป, escribiรณ Shelley en el prรณlogo de la ediciรณn de Frankenstein de 1831. ยซVi al pรกlido estudiante de artes diabรณlicas arrodillado al lado de aquella cosa que habรญa conseguido juntar. Vi el horrendo fantasma de un hombre extendido y entonces, bajo el poder de una enorme fuerza, aquello mostrรณ signos de vida, y se agitรณ con un torpe, casi vital, movimientoยป.

Desde aquel verano hasta hoy han pasado 200 aรฑos. Fundaciรณn Telefรณnica decidiรณ recordar esa velada en la que se gestรณ el moderno Prometeo y naciรณ la figura del cientรญfico loco con una exposiciรณn que se puede ver en el Espacio Fundaciรณn Telefรณnica de Madrid hasta el prรณximo 16 de octubre.

Frankenstein, como muchas otras historias que aborda la muestra, mezcla la fascinaciรณn y el miedo que despierta la ciencia. Algo que ocurrรญa entonces y que sucede hoy. Asรญ lo creen los comisarios de la exposiciรณn, Miguel A. Delgado y Marรญa Santoyo. ยซEs un miedo muy clavado en nuestro interior. Es el antiguo mito de Prometeo, el Titรกn que robรณ el fuego a los dioses para dรกrselo a los humanos y por eso recibiรณ el castigo de Zeusยป, explica Delgado.

Terror en el laboratorio: de Frankenstein al doctor Moreau indaga en los orรญgenes de los grandes temas de la ciencia ficciรณn que siguen vigentes: la robรณtica, la genรฉtica y la inteligencia artificial.

Estos asuntos que siguen hoy en la mesa de los cientรญficos hunden sus raรญces, en muchos casos, en esa imagen fรกustica del cientรญfico como representaciรณn รบltima del Adรกn que, por su osadรญa de buscar el conocimiento, es expulsado del Paraรญso. Esta idea ha quedado recogida en muchos de los grandes clรกsicos del cine y la literatura. En muchas de las obras que aborda Terror en el laboratorio: de Frankenstein al doctor Moreau.

La muestra hace un recorrido por las novelas La isla del doctor Moreau y El hombre invisible de H. G. Wells, El extraรฑo caso del doctor Jekyll y mister Hyde de Robert Louis Stevenson, El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann y La Eva futura de Auguste Villiers de Lโ€™Isle-Adam para hablar de arquetipos como el doble, el autรณmata y el monstruo en sus mรบltiples variaciones. Obras que van desde la presentaciรณn del cientรญfico como un sujeto responsable y racional preocupado por el progreso de la humanidad hasta las que lo muestran como un personaje chiflado y delirante.

Terror en el laboratorio: de Frankenstein al doctor Moreau reรบne antiguos maniquรญes de anatomรญa, aparatos electrรณnicos de principios del siglo XX, carteles de pelรญculas, lobby cards, tebeos, figuras en miniatura de algunos de esos personajes e incluso una selecciรณn de escenas de algunas de las pelรญculas surgidas de esas novelas, desde la explotaciรณn cรณmica de Abbott y Costello o Mel Brooks, a las versiones erรณticas de Jess Franco o la poesรญa cinematogrรกfica de Vรญctor Erice.

La exposiciรณn pretende mostrar asรญ esa tradiciรณn milenaria que advierte del riesgo de desafiar a la divinidad con la realidad actual, en la que la ciencia debe enfrentarse no sรณlo a dilemas รฉticos, sino tambiรฉn a censuras basadas en supersticiones o creencias religiosas. Pues, como explicรณ el genetista britรกnico J.B.S. Haldane, ยซno ha habido una sola gran invenciรณn, desde el fuego al vuelo, que no haya sido tildada de insulto a algรบn diosยป.

Una opiniรณn que comparte Miguel A. Delgado cuando recuerda que, no hace tanto, tรฉcnicas que ahora resultan totalmente aceptables, como la fecundaciรณn in vitro o la investigaciรณn nuclear, en su momento fueron duramente cuestionadas.

ยซEn los aรฑos 70 la prensa presentaba a los especialistas en este campo como cientรญficos locosยป, explica el comisario. ยซDecรญan que los padres iban a querer menos a los hijos nacidos mediante esta tรฉcnica. Otro ejemplo es que, antes de que abrieran el CERN, algunos medios alertaron de que la Tierra se podรญa colar por un agujero negroยป.

Ocurre, segรบn Delgado, que ยซla ciencia da miedoยป. Y esto se puede ver en un recorrido que viaja a la vez por la literatura, el cine y los pasillos de Terror en el laboratorio: de Frankenstein al doctor Moreau.

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