Que una chica trate de llamar la atención de un chico cuando le gusta mucho no tiene nada de particular. Pero si esa chica lo hace utilizando frases como «Yo no soy tan tonta como las demás chicas» y finge tener los mismos gustos y opiniones que los tíos, en general, entra en otra categoría: la de las pick-me girls o simplemente pick-me.
Una pick-me es una mujer (sea cual sea su edad) que busca continuamente la validación y aprobación de los hombres (sea cual sea su edad) y hacen cualquier cosa con tal de ser elegidas. Y cualquier cosa es, básicamente, menospreciar a todas las demás para mostrarse ellas mismas como superiores. Un grito subliminal constante e irritante («¡elígeme, elígeme, elígeme!») que tendrían que hacerse mirar, porque no es cierto que en el amor y en la guerra valga todo.
El término nació hacia 2020 y proviene de la serie de televisión Anatomía de Grey, donde el personaje de Meredith Grey, tratando de llevarse al huerto al doctor Macizo y convencerle de que deje a su mujer por ella, le suplica «Pick me, choose me, love me» («Escógeme, elígeme, ámame»). Y oye, muy bonito, muy romántico y muy tierno, si no fuera por la deriva antifeminista que ha tomado la cosa.
Porque para ser las elegidas, no dudan en criticar a otras chicas por sus gustos, su manera de vestir, su maquillaje y su comportamiento, que ya es feo de por sí. O se muestran a sí mismas, pensando que eso les da puntos, como pobres criaturas indefensas que necesitan la fuerza del machote para protegerlas o sostenerlas. Y eso rezuma machismo y patriarcado rancio por todos los lados, ya que acaban cayendo, muchas de ellas, en una especie de sumisión a los gustos de ellos para complacerlos y que se queden a su lado. Vamos, un paso atrás de manual que da mucho miedito.
Un chico también puede ser un pick-me. Son aquellos que tratan de manipular los sentimientos de una chica en la que estén interesados hablando mal de sí mismos (sin creérselo en absoluto, claro) para darles penita: «¡Cómo te vas a fijar en mí, con lo feo que soy!» y cosas por el estilo. Lo que viene siendo ligar con tufo a naftalina caducada. Una lástima.