La burbuja de la vocaciรณn: entre la trascendencia vital y la estafa

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Cristina Martรญnez, valenciana de 30 aรฑos, tuvo que engaรฑar a su jefe para dejar el trabajo. Le dijo que habรญa encontrado un contrato estable, buenos horarios, horas extras apoquinadasโ€ฆ Querรญa escapar, ya lo habรญa planteado otras veces. ยซร‰l no me dejaba irme. Se reรญa, me decรญa que dรณnde iba a estar mejor que allรญ, que yo habรญa nacido para estoยป.

Estudiรณ Administraciรณn, pero le asignaron una tarea colindante: gestionar el caos del transporte de mercancรญas, dulcificar los retrasos en las entregas, embaucar a los clientes. Embaucar era trocear las iras, sufrirlas a plazos, y que eso exigiera doce horas de dedicaciรณn diaria y llamadas de madrugada y en vacaciones. Aquel ยซtรบ has nacido para estoยป, fue un intento de soborno. El jefe tratรณ de compensar la explotaciรณn ofreciendo una identidad.

Esa frase pudo ser el principio de un viaje emocional que acabara con ella, Cristina Martรญnez, sintiรฉndose una mujer que sacrificaba su subsistencia y sus nervios no porque la obligaran, sino por una vocaciรณn. Pero ella zanjรณ ese intento de poetizar con su precariedad de la forma mรกs coherente y honesta: ยซTรบ flipasยป, respondiรณ.

Precariedad lรญrica

La idea de vocaciรณn se ha expandido hasta instalarse dentro del individuo como una forma de justificaciรณn, y a veces de lucimiento, de una situaciรณn vital insostenible.

El filรณsofo Zygmunt Bauman, en su ensayo Trabajo, consumismo y nuevos pobres, desgranรณ el tipo de actividades que se vinculaban a la vocaciรณn: refinadas, prestigiosas, no rutinarias, con ingredientes de elitismo y aventura. Ocupaciones tan fascinantes que el hecho de tomรกrselas como un sustento material (como un trabajo) traiciona su propia รฉpica.

Pero Bauman escribiรณ esto antes del inicio de la campaรฑa colonizadora de la vocaciรณn. El sociรณlogo de la Universidad Autรณnoma de Madrid Carlos de Castro explica la evoluciรณn actual: ยซLa idea de trabajo como vocaciรณn hasta hace poco se restringรญa a determinados estilos profesionales. Ahora se ha reinterpretado y se ha hecho transversalยป.

ยซPresentar como vocaciรณn cualquier ocupaciรณn, cualificada o no, forma parte de un proyecto identitarioยป, razona De Castro. ยซEsa idea sirve para justificar la precariedad y el tiempo y el dinero invertido en una formaciรณn; legitima tu biografรญaยป.

La vocaciรณn no es una predisposiciรณn vacรญa, estรก preรฑada de directrices sobre cรณmo debe articularse la personalidad y el modus vivendi de un profesional. ยซLa identidad se ha convertido en un recurso revalorizable en el mercado. En los trabajadores no se buscan solo competencias tรฉcnicas, estudios y experiencia, sino tambiรฉn una cierta configuraciรณn emocionalยป.  

Los sujetos, precisa el sociรณlogo, tienen que incidir en sรญ mismos para poder ser atractivos al mercado: ยซSe transforman en sus aspectos mรกs รญntimosยป.

El caso de Cristina Martรญnez ayuda a escenificar la trama de intereses que se agazapan tras la idea de vocaciรณn de una forma desnuda ya que se trata de un oficio logรญstico, sin una pretensiรณn de discurso que sรญ se despliega en ocupaciones de corte artรญstico, creativo, รฉtico y solidario.

Un ejemplo: el periodismo. El periodista es un ser que cuando no habla de quรฉ es ser periodista, lo exhibe. Hay una revisiรณn continua de quรฉ significa este oficio: se abrillantan unos compromisos morales que, en un segundo plano, llevan aparejados unos compromisos estรฉticos y performativos.

Cabrรญa preguntarse: ยฟes la de periodista una de las vocaciones mรกs puras, de las que mejor metaboliza la precariedad o la dedicaciรณn absoluta? ยฟO acaso es que, al tratarse de una profesiรณn comunicativa, construye de forma mรกs convincente su propia narraciรณn? ยฟSon mรกs despiadados (mรกs ficcionales) consigo mismos quienes desempeรฑan trabajos creativos y manejan bien la lengua?

Es difรญcil responder y serรญa espurio generalizar. Pero la confrontaciรณn entre aspiraciรณn y realidad ha causado muchas frustraciones. Toni Juliรก, diseรฑador web a dรญa de hoy, soรฑaba desde niรฑo con ser periodista. Pero: ยซCon tu primer trabajo, se va todo a la mierda. De la ficciรณn a la realidad hay un gran caminoยป, recuerda. Antes adentrarse en una redacciรณn, pensaba que el periodismo ยซera cualquier cosa menos estar doce horas picando teletipos y haciendo temas que no le importaban a nadieยป.

El choque doliรณ: ยซTe obligan a hacer ciertas cosas y las haces porque quieres mantener el trabajo. Al final, te genera desencanto. Yo caรญ hasta en la depresiรณn y en ciertas sustanciasยป.

Cambiรณ de rumbo, empezรณ como diseรฑador web y, ahora, con el tiempo, lo tiene claro: ยซNo hay ningรบn drama en esoยป. Llegado el momento, apearse de la ilusiรณn de su vida no le supuso un trauma: ยซMe da igual si el lenguaje es escrito, visual o si es cรณdigo; he aprendido que si tienes algo que contar, lo vas a contar de una manera u otraยป.

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Esperanzados y dolidos

El libro El entusiasmo, de Remedios Zafra, disecciona este vรญnculo entre trascendencia vital y desempeรฑo profesional, y cuenta cรณmo el sistema productivo aprovecha esa idea de misiรณn. El sistema cultural, escribe Zafra, se vale de multitud de ยซpersonas creativas desarticuladas polรญticamenteยป: becarios, colaboradores, ยซsolitarios escritores de gran vocaciรณn, autรณnomos errantesยป, crรญticos culturales y ยซjรณvenes permanentemente conectadosยป. Y todos compiten entre sรญ.

El espejismo de internet y las redes sociales habilita una ยซposibilidad de pago afectivo o de un pago inmaterialยป: en seguidores, en exposiciรณn, en halagos y compartidos; clics como caricias. ยซ[Es] Una generaciรณn de personas conectadas que navegan en este inicio de siglo entre la precariedad laboral y una pasiรณn que les punza (por sentirla, por haberla sentido, por estar perdiรฉndola)ยป, sintetizaba la autora.

Se persigue un horizonte profesional, un estado idรญlico de cosas que parece al alcance de la mano pero casi nunca llega.

El entusiasta se frustra, tropieza en baches de desencanto que le hacen dudar de su determinaciรณn. Asumimos la vocaciรณn como una actitud sin desalientos, o en la que, al menos, el desaliento asfixia, si acaso, morbosamente. Asรญ lo han mostrado el cine y en la televisiรณn.

Las redes alojan un relato deformado. Uno lee a sus compaรฑeros de oficio hablar de cรณmo disfrutan de lo que hacen, de los dรญas de curro que confirman cuรกnto merece la pena partirse el lomo en un cometido sagrado. Uno lee y siente vergรผenza de sus altibajos y no sabe (o sรญ lo sabe, pero vale mรกs el impacto de lo escrito que la obviedad no pronunciada) que ellos tambiรฉn sufren, dudan y decaen.

ยฟNos salva de algo una vocaciรณn?

ยฟEs mejor tener una vocaciรณn o no tenerla? Quizรก el debate no estรฉ en la conveniencia o no, sino en la posibilidad de ejercerla con dignidad. Lucรญa Solla Sobral (tele)trabaja como talent manager. Disfruta de su trabajo, ยซes como comer pizza todos los dรญasยป. ยซTener una vocaciรณn hace que la vida sea mรกs manejable. Incluso los fracasos son mรกs tolerablesยป, opina.

Para Solla, solapar pasiรณn y trabajo ยซpuede generar algo de estrรฉs, pero nada comparado con el que sienten las personas que van a un trabajo que no valoran o en el que no se sienten reconocidosยป.

Ella maneja un concepto de vocaciรณn convertible: ยซNuestra vocaciรณn puede ir cambiando; no se trata de una meta, sino de un proceso que nos permite vivir de acuerdo a lo que nos apasiona. Las nuevas generaciones ya no buscamos tanto estar en un mismo trabajo para toda la vidaยป.

El catedrรกtico de Literatura Espaรฑola de la Universidad de Alicante Juan Antonio Rรญos Carratalรก aporta su definiciรณn: ยซUna vocaciรณn profesional es encontrar sentido y justificaciรณn a una tarea que te aporta la satisfacciรณn y el orgullo del trabajo bien hechoยป. Permite ir ยซmรกs allรก del estricto cumplimiento de las obligacionesยป.  

Ve con buenos ojos la extensiรณn del concepto a todo tipo de trabajos, pero percibe una ยซinstrumentalizaciรณn por parte de determinadas instancias empresarialesยป. Carratalรก diferencia entre rigor y vocaciรณn. En ciertos trabajos, como el caso de un repartidor de Amazon, ve difรญcil hablar de vocaciรณn.

Vicente Millรกn, tรฉcnico de urbanismo y violinista, cuestiona la existencia de un sentido de misiรณn como motor necesario para el รฉxito. Cree que no es necesario sentir vocaciรณn para ejecutar una tarea con excelencia. ยซQue tengas vocaciรณn no tiene por quรฉ ir acompaรฑado con ser bueno, y viceversaยป. E ironiza: ยซEs una casualidad que se suela tener vocaciรณn por las profesiones que gozan de prestigio socialยป.

Al verbalizar tu vocaciรณn construyes una armadura que ayuda a resistir. Quebrar la barrera del elitismo supone trasladar esa capacidad de sacrificio a cualquier tarea. Ocurre en el sector servicios. Las multinacionales del textil interrogan a quienes se presentan a una entrevista en busca, ya no de vocaciรณn de atenciรณn al pรบblico, sino de amor a la ropa y, mรกs aรบn, a la marca concreta. Piden adoraciรณn para poder ejercer durante tres semanas en rebajas.

ยฟEs necesario? No. Lo necesario es asegurarse de que transiges, de que puedes rebajarte e inventar un salmo sumiso para ellos porque cada dรญa transcurrirรก bajo la dictadura de las comisiones y las horas extra sin pagar. En resumen: ellos flipan, pueden permitirse flipar y que los empleados finjan que su flipada es una cosa razonable. 

 

2 Comments ยฟQuรฉ opinas?

  1. Muy interesante la reflexiรณn, este discurso muchas veces se utiliza para ยซabusarยป del becario o del profesional en ciertas empresas. Ademรกs, muchos de los trabajos actuales (marketing digital, youtuber y un largo etcรฉtera) ni siquiere existรญan hace unos aรฑos. ยฟEs posible sentir vocaciรณn por algo que ni siquiera se conocรญa hace unos aรฑos?

  2. Muy bueno este contenido, especialmente la parte que habla sobre ejercer nuestra vocaciรณn con dignidad. Les recomiendo este otro artรญculo con recomendaciones para las personas que estรกn en la bรบsqueda de su vocaciรณn profesional: https://bit.ly/2Yoe10N

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