Bitcoin: El auge de la moneda anarquista

7 de agosto de 2012
7 de agosto de 2012
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Se dijo que cambiaría el mundo. Que si funcionara, jamás tendríamos que pasar por intermediarios para transferir y utilizar nuestro dinero. La realidad es más compleja y aún es pronto para saber si eso será así, pero los Bitcoin siguen estando aquí.

Llegaron en 2009, fruto del trabajo del programador Satoshi Nakamoto, aunque muchos piensan que en realidad es un alias detrás del cual se esconden varias personas. Los comienzos se rodearon de visiones utópicas y personas motivadas por la posibilidad de operar con dinero en un universo paralelo al margen de los cauces tradicionales. Pero una vez desaparecido el interés que despertó de los medios a lo largo del año pasado ¿en qué estado se encuentra la moneda actualmente?

A día de hoy el valor de la moneda crece de manera estable aunque sigue siendo un refugio minoritario de geeks, hackers y techies. Pasado ya su primer gran desplome que en octubre de 2011 llevó a los Bitcoins a pasar de tener un valor de 32 dólares a menos de 2 dólares, hoy remonta el vuelo y se sitúa en torno a los 11 dólares por Bitcoin (BTC). (Disclosure: soy propietario de unos pocos bitcoins). Se estima que hay 9 millones en circulación.

Hacer que su adopción sea más mayoritaria sigue siendo complicado. Primero por lo difícil que supone aún comprar y usarla para el común de los mortales. Poseer esta divisa requiere guardarlos en lugares seguros protegidos por contraseñas para protegerlas de posibles robos. Segundo porque aparte de comerciar con ella es difícil comprar cosas con la moneda. Sigue estando en un estado muy experimental.

La primera Bitcoin Party

Es sábado. 12 de la mañana del 4 de agosto. La sala del gran jefe de la Tabacalera de Lavapiés reúne a una veintena de personas alrededor de una mesa para la primera Bitcoin Party española. De pie, Víctor Escudero, un consultor informático que en su tiempo libre es trader de Bitcoins, explica algunas pautas básicas sobre esta moneda alternativa. Aunque Escudero parece tener todas las respuestas, deja claro que ‘nadie es un experto en esto’. «Que nadie os diga lo contrario», dice. Un diagnóstico razonable teniendo en cuenta el poco tiempo que lleva la moneda funcionando.

Antes de entrar en materia, cada uno de los asistentes explica por qué se encuentra aquí. «Hola, soy Juanlu. Empecé hace unos meses. Mi primera compra de Bitcoins fue de 20 euros y desde entonces voy comprando poco a poco. Aprovecho también para vender USB de 8GB a cambio de Bitcoins», explica este programador de Córdoba, que ha venido a Madrid exclusivamente para el encuentro.

Alex, un informático ruso, no tiene reparos en explicar que lo usa principalmente para especular. Compra Bitcoins de sus contactos rusos y los vende en otras partes, aunque, según dice, «en los últimos meses se ha vuelto más difícil hacerlo».

Otros se han acercado motivados principalmente por la curiosidad. «A raíz de los que está sucediendo cada vez me interesan más los temas económicos», explica un programador de Mallorca. «Todo lo que sea buscar alternativas a este sistema, me gusta».

Los asistentes más experimentados ya se conocían pero solo de manera virtual. Se encuentran en Bitcoin Talk Forum. Un foro en el que personas de todo el mundo intercambian consejos, ideas y comercian juntos. Para ser miembro solo hay que registrarse, pero para evitar que entren spammers, establecen una serie de pruebas que cada novato tiene que pasar para poder comentar en todos los subforos. Es una forma de alejar a aquellos que no tienen un interés real en formar parte de la comunidad. El recién iniciado tiene que pasar una serie de pruebas y su perfil es marcado como «newbie» (novato). Para tener mayores privilegios tienes que pasar más de 4 horas conectado al foro y hacer al menos 5 comentarios.

En este entorno hay una sección reservada para los Bitcoiners de habla hispana en donde la mayor parte de los asistentes han visto la convocatoria. Alex B., informático de origen rumano, es uno de los moderadores. Cuando habla, se nota una verdadera fascinación por las posibilidades de Bitcoin. Se levanta y enseña a los asistentes una forma que ha encontrado de vender Bitcoins a través del móvil.

«Me atrae sus fundamentos criptográficos y matemáticos. También por su espíritu abierto, que consigue mantener una comunidad por la propia voluntad de las personas, sin coaccionar a nadie», explica el informático el día siguiente por email.

Alex es, además, moderador de la parte hispana del foro, donde mantiene un perfil muy activo y dispuesto a ayudar a las personas que se inician en ello. En el futuro le gustaría que se animaran más individuos a usar los BTCs. «Somos muy pocos en España, y esto no es algo que me atraiga, pero tengo la confianza de que cada día van a ser más las personas que despierten», añade.

Tras el primer encuentro de Bitcoiners en España, una parte de los asistentes se encuentra un poco decepcionada. «¿De qué sirve crear una moneda alternativa si al final replicamos todos los malos hábitos del mercado como especular?».

Escudero prefiere ser más pragmático. «Es una herramienta muy potente que abre un mundo nuevo de posibilidades, algunas de las cuales pueden tener un uso muy positivo y otras quizá no tanto, al igual que un cuchillo es una herramienta que se puede utilizar para cortar filetes de carne o para amenazar con él a otras personas».

No hay que olvidar las ventajas, dicen algunos. Las más tangible es estar completamente descentralizada. No hay ningún órgano que controle o regule. Cada operación se hace de una persona a otra por una red distribuida. Se puede dividir infinitamente. Es decir, puedes comprar un 0.00001 de un bitcoin si quieres. Las transacciones son irreversibles, algo que puede ser una ventaja o un inconveniente. Ventaja porque garantiza que no haya duplicidades pero inconveniente porque si alguien se equivoca al transferir un bitcoin tiene que depender de la confianza del destinatario para que se lo devuelva.

Pero quizá lo que más interesa a la gente es la práctica gratuidad de las transferencias. Alguien de España puede transferir Bitcoins valorados en miles de euros a Japón sin pagar ni un céntimo de comisión. En algunas plataformas como MTGox hay comisiones pero son ínfimas. «No llegan a un céntimo de euro», especifica. Hacer lo mismo con PayPal o una tarjeta de crédito puede llegar a costar varios cientos de dólares.

El que quiere hacer una donación, por ejemplo a Wikileaks, no tiene que depender de que Paypal o Mastercard permitan esa operación. Se hace directamente a la cuenta pertinente de Bitcoin que habilita Wikileaks. Esto a la vez tiene su cara B, como que los BTCs se están utilizando en los recovecos oscuros y escondidos de internet, como Silk Road, para traficar con armas y drogas sin dejar ni rastro.

El lector de Tarot que comercia con Bitcoin

Al terminar la reunión, el encuentro se traslada a un restaurante. Aquí entablamos conversación con Richard Anderson, un británico de mediana edad, que también ha aprovechado el evento para conocer Madrid. Vive en Girona y se define como un lector de cartas de Tarot. En el reducido mundo de los Bitcoiners, Anderson no es un perfil habitual y es una muestra de que gente relativamente normal también pueden entrar a comerciar con la moneda. «No tengo ningún tipo de aptitudes especiales técnicas. Lo mío ha sido simplemente interés y fascinación por un entorno en el que se puede operar libre de cualquier interferencia exterior con unas comisiones ridículas».

La fascinación inicial se ha convertido en una de sus mayores fuentes de ingresos. «Tengo una parte importante de mis ahorros en Bitcoin», asegura. Una parte la gestiona él y otra la deja en manos de otros traders para gestionar su dinero. «Hay semanas en las que saco suficiente dinero para un billete en business a cualquier parte del mundo».

Pero no todo lo que ve Anderson en la plataforma se resume en un medio para ganar dinero. Dice estar muy interesado por las posibilidades que tiene para que los inmigrantes puedan enviar remesas a casa sin pagar apenas una comisión. «Ahora mismo les cobran unas cifras abusivas para mandar dinero a sus familias. Con BTCs se podrían crear servicios que quitaran de en medio estos intermediarios».

Ahora Bitcoin opera en el limbo. Con un sentimiento de anarquía que prevalecía en los comienzos de internet. Si prospera, hay quien piensa que no tardarán en intentar poner trabas en el camino. «Está claro que en cuanto incomode van a tratar de hacer la vida imposible a Bitcoin. Pero por ahora sigue siendo una alternativa muy interesante», explica Escudero. «No sabemos si esto será el futuro, pero lo aprendido puede servir de mucho para otras iniciativas similares».

«La clave es hacerla más fácil de usar y a la vez que se puedan comprar más cosas con ella. Solo con eso logrará conseguir una adopción más masiva», concluye Escudero.

Foto 1: Library of Congress, Foto 2: Technocredit

 

¿Qué son exactamente los Bitcoin?

Es un divisa electrónica pero que en vez de existir físicamente se compone de un entramado de certificados digitales asimétricos y firmas digitales que la hacen efectiva sin ningún organismo central regulador. En realidad, es un sistema semejante al que se utiliza para realizar las marcas de agua que marcan cada billete de las monedas que conocemos y así evitar su duplicación.

El concepto, un desarrollo de la idea de criptomoneda descrita por Wei Dai en 1998 en la lista de correo electrónico Cyberpunk, no es otra cosa que la creación de monedas virtuales protegidas por un código criptográfico que no depende de la tutela de ningún emisor central, y por lo tanto, tampoco corren el riesgo de que organismos gubernamentales o económicos las centralicen y manipulen aumentando su cantidad arbitrariamente generando inflación o cobrando comisiones.

La forma de conseguirlos se denomina minería Bitcoin. Consiste en que se generan desafíos (informáticos) premiados con 50 BTCs que obtendrá el primer usuario capaz de descifrar la manera de acceder a ellos. Para los más entendidos: se firman 50 BTCs con un hash y el primero en reventar dicho hash se hace con el botín y lo firma con una firma asimétrica fuerte. Pero aviso para mineros, el ratio de BTCs es predecible y limitado. Se creó para que el volumen total de BTCs tienda a 21 millones de unidades, y se estima que para 2013 ya se hayan generado la mitad de ellas y tres cuartas partes para 2017.

Pero el proyecto basado en una red de dinero digital con un valor superior al dólar, la libra o el euro, manejado directamente por los usuarios sin depender de ningún emisor central ni atravesar filtros bancarios, empieza a importunar a gobiernos y mercados. Algunos temen que se convierta en la gran moneda no-oficial de la red.

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