Soy crowdfunder y quiero acciones, no regalitos

El crowdfunding de los hipsters consiste, fundamentalmente, en apoyar pequeรฑos proyectos e ideas en los que se cree a cambio de recibir unas modestas recompensas. El crowdfunding de los yuppies, que estรก ganando peso rรกpidamente, pasa por que los โ€˜mecenasโ€™ pongan el dinero a cambio de unos activos financieros que les brindan intereses y que pueden transformarlos en accionistas. Es un mercado de alrededor de 2.600 millones de dรณlares, segรบn algunas estimaciones.

Es verdad que existen modelos hรญbridos, como el que ofreciรณ la cadena de restaurantes mexicanos Chilango en Londres. Prometieron pagar sus deudas en dinero y en comida y el mecanismo era sencillo. El crowdfunder compraba un bono y ese bono funcionaba como un prรฉstamo que le concedรญa a la empresa a cuatro aรฑos por el que tenรญa derecho a recibir la devoluciรณn con intereses del dinero y a todas las raciones gratis de burritos que quisiera. A los medios nos encantรณ: ยกSabrosos beneficios! ยกApetitosos intereses! ยกVivan los mariachis!

Sin embargo, cuando una empresa se anima a lanzar una campaรฑa de crowdfunding y ofrece activos financieros, estos no son, por lo general, ni simples bonos ni tampoco burritos. Hablamos de unos bonos que se pueden convertir en acciones de la compaรฑรญa con el paso del tiempo. Si los compramos, no serรญamos mecenas ni filรกntropos, sino prestamistas, inversores y copropietarios. Habrรญamos pasado de hipsters a yuppies.

https://youtu.be/gJhYIKurRa4

Claro que aquรญ surge uno de los primeros problemas: ยฟcuรกnto valen realmente las acciones de un proyecto que apenas es un boceto? La respuesta, normalmente, es de dos tipos. Puede que la empresa lleve a cabo su propia valoraciรณn antes de lanzar la campaรฑa y que asรญ los inversores tengan la oportunidad de hacerse una idea de su potencial (resumen: me pagas porque yo lo valgo). La otra opciรณn es que la valoraciรณn sea la consecuencia directa del interรฉs de los crowdfunders por adquirir los bonos (resumen: te pago porque creemos que lo vales).

El segundo problema importante es que las campaรฑas de crowdfunding, incluso las que venden activos financieros complejos, se dirigieron durante los primeros aรฑos a todos los inversores, incluso a los menos sofisticados. La idea de estos รบltimos, cuando deciden invertir una start-up, suele ser poner poco capital y esperar grandes rendimientos como a quien le toca la loterรญa. No siempre eran conscientes de lo que estaban comprando y, en muchos paรญses, siguen sin serlo.

Esto se entiende mejor con ejemplos. Detrรกs del alegre anuncio de Chilango se escondรญa falta de transparencia, un riesgo financiero altรญsimo y la realidad de que los bonos no estaban asegurados frente a otros que sรญ lo estaban, lo que significa que, como acreedores, los que los compraron serรญan de los รบltimos en recuperar el dinero si las cosas iban mal. Los burritos eran, en definitiva, una burrada solo apta para expertos. Y eso que la cadena de restaurantes querรญa captar millones con su campaรฑa. Es posible que a algunos se les atragantara la inversiรณn, que como mรญnimo debรญa ser de 500 libras. El burrito mรกs caro de su vida. 

No es para todos los pรบblicos

Es verdad que, segรบn algunas estadรญsticas, muchas de las compaรฑรญas que se nutren de este tipo de crowdfunding pueden presumir de mejor salud y estabilidad que sus rivales (desaparecen y se colapsan menos a corto plazo) y que mรกs de 2.000 negocios han utilizado este instrumento en Reino Unido desde 2011 sin que se haya condenado a nadie por estafa. Tambiรฉn es cierto que la nueva regulaciรณn que ha empezado a implantarse prohรญbe que las plataformas promocionen productos financieros complejos y arriesgados entre inversores no sofisticados y los que cuentan con pocos ahorros.

crowdfunding

En Londres, un inversor sofisticado debe poseer conocimientos avanzados en finanzas o gestiรณn de empresas. Si carece de ellos, solo podrรก participar si su patrimonio o sus ingresos anuales son contundentes. Si no sabes leer un balance, tu patrimonio no llega a las 250.000 libras o no cobras al menos 100.000 libras al aรฑo, el crowdfunding para yuppies no es para ti. Es mejor que no te pases de hipster.

Las propias plataformas de crowdfunding para inversores tambiรฉn han empezado a lanzar programas para diversificar o acotar los riesgos que asumen incluso los que pueden jugar en este casino sin restricciones. Crowdcube, quizรกs la mรกs importante de Europa, ha abierto un fondo de capital riesgo en el que los crowdfunders compran participaciones. Ese fondo, gestionado y cribado por profesionales, luego serรก el que adquiera los bonos de mรบltiples start-ups para evitar poner todos los huevos en la misma cesta. Seedrs, otra gran plataforma, ofrece la posibilidad de invertir tambiรฉn en varias start-ups pero a travรฉs de una incubadora.  
De todos modos, el motivo por el que los rendimientos que estos negocios ofrecen con sus bonos son tan considerables (Chilango vendiรณ los suyos con intereses del 8%) es que tambiรฉn son muy arriesgados. No hay duros a cuatro pesetas ni el inversor deberรญa creerse mรกs listo que los fundadores de las empresas. ยฟPero cuรกles son exactamente los riesgos que corren los inversores?

Tres peligros y oportunidades

Como en toda apuesta por un proyecto reciรฉn nacido, el primer peligro es que muera prematuramente y que los inversores lo pierdan todo. Eso es lo que, segรบn un informe reciente, suele ocurrirle a una de cada cinco start-ups que toman su primer impulso del crowdfunding en Reino Unido.

El segundo gran peligro es lo que se llama ยซdiluciรณn agresivaยป y consiste en que el valor de los bonos y las acciones cae dramรกticamente con las nuevas subastas que la empresa llevarรก a cabo para seguir recaudando. Las acciones, como son de una categorรญa inferior, ni cuentan por lo general con una protecciรณn contra la diluciรณn ni les dan a sus titulares la capacidad de votar sobre el gobierno de la empresa. Aunque hayamos ayudado a comprar el coche jamรกs podremos conducirlo y seremos siempre pasajeros, una circunstancia algo incรณmoda si nos aproximamos a un precipicio a toda velocidad.

El tercer peligro a tener en cuenta es que la informaciรณn de las compaรฑรญas es en parte publicitaria y que, por eso mismo, sus previsiones de crecimiento y beneficios son exageradas. Ademรกs, los inversores pueden confundir los buenos sentimientos y la simpatรญa que genera el  proyecto y su calidad como inversiรณn. Las mejores promesas, como decรญa Joaquรญn Sabina, son las que no se pueden cumplir y salvar el mundo o hacernos a todos felices puede ser un terrible negocio. Especialmente, cuando lo garantiza una pyme con cinco trabajadores que no sabe ni siquiera si va a poder salvarse a sรญ misma del colapso.

Sin embargo, todos esos peligros y riesgos no deben llevarnos a pensar que esta forma de crowdfunding no esconde grandes oportunidades detrรกs de los riesgos o que el fenรณmeno es un bluf. Hablamos de una fuerza desatada que estรก empezando a combinar su brutal impulso con todo el batir de alas de los business angels para multiplicar las posibilidades de unos proyectos que, hasta hace pocos aรฑos, se habrรญan quedado, para perjuicio de los consumidores que ahora los disfrutan y de los soรฑadores que los conciben y se dejan la piel por ellos, en una hoja amarillenta de papel mojado.

Tambiรฉn se ha convertido en una avenida espectacular que puede ser, para algunas empresas, mรกs รบtil que las tradicionales. El pequeรฑo gigante de la economรญa colaborativa holandรฉs Peerby acaba de lanzar una campaรฑa en la que ha obtenido 2,2 millones de dรณlares en un fin de semana, una cifra que supera lo que le habรญa aportado el fondo de capital riesgo con el que trabaja (2,1 millones) y casi siete veces mayor que la que habรญan pedido. Su objetivo es expandir su plataforma โ€“ofrecen a los vecinos de 20 ciudades en Europa y Estados unidos la posibilidad de que se alquilen entre sรญ los productos del hogar que no estรกn utilizandoโ€“ y aรฑadirle un servicio de transporte y distribuciรณn. Su sueรฑo se ha hecho realidad gracias al crowdfunding para yuppies.

2 Comments ยฟQuรฉ opinas?

  1. [โ€ฆ] poco de convencional. Y finalizo con un artรญculo reciente, publicado en el magazine digital Yorokobu y provocativamente titulado, โ€œSoy crowdfunder y quiero acciones, no regalitosโ€. Tras un [โ€ฆ]

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