¡Domingo!: el día del Sol, del Señor, de las Marcas… y del Tri-Arte

El Dominikal de Yorokobu hoy es un BrandSunday

Que hoy estés en casa a lo largo y/o ancho del sofá o en una terraza disfrutando de tu tiempo libre se lo debes a Constantino el Grande. En el año 321 d.C, el emperador emitió un edicto por el que declaraba al «venerable día del Sol» como la jornada en la que magistrados y personas que habitaban en ciudades debían descansar. A los que se dedicaban al campo les dejaba libertad, porque la siembra y los cultivos, ya se sabe, no entienden de días de la semana. 

Desde entonces, el domingo es la jornada dedicada al ocio y el disfrute por antonomasia. No para todos, pero sí para la mayoría. Constantino lo eligió por ser el día asociado al Sol Invicto, culto que siguió hasta su lecho de muerte cuando se convirtió al cristianismo. Fue ahí cuando a la festividad se la empezó a conocer como Dies Dominicus, o día del señor, y de ahí sus diferentes derivaciones en las lenguas románicas: domingo, diumenge, dimanche, domenica, duminică… Las germánicas, en cambio, siguieron haciendo homenaje a la deidad solar: Sunday, Sonntag… 

Y te preguntarás: ¿A qué viene toda esta historia? Y nosotros te contestaremos: pues porque ¿a quién no le va gustar un rollo etimológico del sigo IV? Pero, poniéndonos serios, también te contaremos que a nosotros nos encantan los domingos y también las historias de marcas que destacan por su creatividad o por la filosofía en la que se inspiran. Por eso, en nuestro Dominikal siempre habrá espacio para ellas en la sección BrandSunday.

Tri-Arte: por qué la tecnología no puede prescindir del arte

La historia que te traemos hoy va sobre la relación entre BMW y arte. Pero, aunque esta se inició varias décadas atrás, vamos a empezar por el final. Porque esta misma semana, los 26 integrantes de la presente edición de Generación Arte se reunieron en el precioso pueblo gironí de Sant Martí Vell para dar rienda suelta a su creatividad en una experiencia a la que denominaron Tri-Arte: La música pinta el arte.

Los jóvenes músicos formaban parte del bootcamp del programa impulsado por Fundación Princesa de Girona, con el apoyo de BMW Group, en el que se trataba de explorar la conexión entre música y arte. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que customizar un BMW Serie 1, reinterpretando sus creaciones musicales en trazos de color?

Unos cuantos rotuladores acrílicos y la mentoría del artista y embajador de MINI Manu Campa fueron suficientes para convertir el vehículo vinilado en un lienzo en el que convergen distintas disciplinas artísticas, además de la tecnología.

Porque es precisamente esta filosofía la que marca la trayectoria de BMW en las ultimas décadas: «Llevamos más de un siglo mezclando ingeniería con diseño, tecnología con emoción. Apostar por iniciativas como esta no es casualidad: creemos que el arte y la cultura tienen un papel clave en la sociedad», explicaba Pilar García de la Puebla, directora de Comunicación de BMW Group España.

Desde la firma entienden que la tecnología y la innovación pueden concebirse sin creatividad, una cualidad netamente humana. De ahí los numerosos proyectos artísticos en los que la compañía alemana se ha involucrado desde su fundación. Uno de los más prestigiosos, sin duda, es el Premio BMW de Pintura, certamen que este año celebra su 40 aniversario y que desde 1986 ha respaldado a más de 27.000 artistas en todo el país. De hecho, la propia García de la Puebla hablaba del valor simbólico de Tri-Arte como antesala de este aniversario.

En cuanto al bootcamp, fue toda una experiencia para los artistas participantes. Así, por ejemplo, lo resume en su perfil de Instagram la cantante y compositora Nuria Hernández:

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Nuria Hernández (@nuria.hdez)

 

Arte sobre ruedas

También los míticos BMW Art Cars forman parte de este binomio tecnología-arte. Una iniciativa que arrancó en 1975, cuando el piloto Hervé Poulain pidió a un artista que pintara su coche. Él no lo sabía, pero con su petición se iniciaba una de las relaciones más relevantes entre arte y automóviles de la historia, con algunos ejemplos tan legenadarios como el BMW M1 tuneado por Warhol en 1979 o el BMW 320i Turbo de Lichtenstein.

Ejemplos que dan la razón al Dr. Thomas Girst, director de Implicación Cultural de Comunicaciones y Política Corporativas del BMW Group, cuando dice que «desde que se inventaron los coches, siempre han sido un objeto de fascinación para los artistas».

¡Feliz domingo! 

¿Qué opinas?

Último número ya disponible

#142 Primavera / spring in the city

Sobre nosotros

Yorokobu es una publicación hecha por personas de esas con sus brazos y piernas —por suerte para todos—, que se alimentan casi a diario.
Patrick Thomas

Suscríbete a nuestra Newsletter >>