Tres fotรณgrafas se encontraron en la galerรญa Fotohof de Salzburgo y se dieron cuenta de que, hace mรกs de 20 aรฑos, el mito de la fotografรญa Inge Morath dejรณ una herencia que todavรญa nadie habรญa recogido: un viaje que volviera a demostrar que el Danubio no es sรณlo una lรญnea en el mapa. Conocer el rรญo en su esencia y no como el tramo concreto que recorre las ciudades mรกs turรญsticas, sino de principio a fin.
ยซNo sรฉ cรณmo ocurriรณ, pero al final de la conversaciรณn habรญamos decidido que รญbamos a coger un autobรบs, convertirlo en una galerรญa y conducirlo a lo largo del rรญo, devolviendo el trabajo de Inge a su origenยป, cuenta una de ellas, Emily Schifer, en el documental del proyecto Tras los pasos de Inge Morath. Miradas sobre el Danubio.
Como cantรณ Gardel, lo normal es que toda persona acabe por volver, y las fotografรญas de Morath estaban llenas de vidas que se merecรญan regresar. De hecho, en mitad del viaje, cuando el camiรณn abriรณ sus puertas en la ciudad alemana de Passau, entrรณ una mujer cargando con sus 70 aรฑos y seรฑalรณ su propia imagen en una de las fotos expuestas. Era Barbara Dorsch, una actriz a la que Morath habรญa fotografiado 24 aรฑos antes. De la emociรณn, sacรณ una armรณnica y se puso a tocar y a cantar.


El proyecto naciรณ en aquella reuniรณn a tres en 2012, pero pronto se sumaron cinco profesionales mรกs. Las ocho habรญan sido galardonadas con el premio Inge Morath y se identificaban con su obra. Ademรกs, todas conocรญan y admiraban el trabajo anterior de las nuevas compaรฑeras de viaje.
Definitivamente, decidieron emular la peregrinaciรณn de la primera mujer que entrรณ en la agencia Magnum. Despuรฉs de dos aรฑos de trabajo y planificaciรณn arrancรณ el periplo. En 34 dรญas recorrieron 8 paรญses, 19 ciudades, 2.800 kilรณmetros; desde el nacimiento del rรญo en la Selva Negra hasta la desembocadura en el Mar Negro, en Rumanรญa.
Sesenta aรฑos antes, en los 50, Inge Morath habรญa emprendido una travesรญa que pretendรญa captar la realidad de las tierras baรฑadas por el Danubio, pero los paรญses del bloque comunista le cortaron el paso y no fue hasta dรฉcadas despuรฉs, en 1993, cuando pudo retomar el trayecto. No obstante, gracias a eso, consiguiรณ recoger un testimonio directo de la sociedad postcomunista y del impacto de la reapertura de las fronteras.
La fotรณgrafa austriaca fue la primera mujer en engrosar las filas de la prestigiosa Agencia Magnum y lo hizo de la mano de Robert Capa. Morath se habรญa convertido en fotรณgrafa al descubrir que las palabras no siempre bastaban. En principio, ella se dedicaba a escribir los textos que complementaban el trabajo de los fotรณgrafos, a los que solรญa acompaรฑar. De pronto, cuando se dispuso a cubrir historias en solitario, advirtiรณ que necesitaba las imรกgenes para llegar a la raรญz de las cosas.

Morath contรณ que en el momento que apretรณ el botรณn tuvo claro que serรญa fotรณgrafa: ยซSegรบn continuaba fotografiando me sentรญa mรกs feliz. Supe que podรญa expresar las cosas que querรญa dรกndoles forma mediante mis ojosยป, contรณ en una conferencia que dio en Berlรญn.
Ahora, Tras los pasos de Inge Morath. Miradas sobre el Danubio expone 60 copias originales de las imรกgenes que el mito de Magnum apresรณ en el rรญo europeo. Permanecerรกn en el Espacio Fundaciรณn Telefรณnica hasta el prรณximo 2 de octubre. Junto a ellas, se muestra el trabajo de las ocho profesionales que replicaron el itinerario de Morath: Olivia Arthur, Lurdes R. Basolรญ, Kathryn Cook, Jessica Dimmock, Claudia Guadarrama, Claire Martin, Emily Schiffer y Ami Vitale.
El camino, al que se sumaron tambiรฉn las hijas pequeรฑas de tres de las participantes, contaba con dos objetivos: establecer un nuevo diรกlogo entre la obra de Morath y el mundo que fotografiรณ y, por otro lado, componer un nuevo mapa visual de las tierras, las ciudades y las comunidades del Danubio.
Por eso, las chicas se separaban para buscar las imรกgenes que mejor atesoraran el espรญritu del lugar, para hablar con los vecinos, para seguir una caravana de gitanos o para detener en el tiempo el rostro de un viejo, un rostro tan cuarteado que empezaba a confundirse con los รกrboles de su huerto. ยซNo aprendes nada por el camino si ya tienes una idea preconcebidaยป, asegura Claire Martin en el documental.

Ademรกs, para fomentar el intercambio cultural, en esos 34 dรญas las profesionales se reunieron con 28 artistas locales e impartieron siete conferencias.
Olivia Arthur confiesa que sus vidas acabaron mimetizรกndose con el rรญo: ยซHemos tenido tantos recuerdos, tantas imรกgenesโฆ a menudo pienso en algo que no puedo recordar exactamente en quรฉ momento pasรณ y tengo que esforzarme para averiguarlo porque todo fue enormemente rรกpido y cambianteยป.
Aunque este sentimiento, paradรณjicamente, nunca arrebataba la armonรญa interna que se sentรญa en la ribera del monstruo europeo: ยซAcabas contando con el rรญo, te hace sentir segura el hecho de ver el rรญo porque es algo que no cambiaยป, reflexiona Chiara Fossati. Quizรกs, el mensaje que quiso transmitir Morath no era mรกs que el hecho de que el ser humano, por mucho que se lo niegue, es tan sencillo como el agua en que se baรฑa.
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