Meses atrás comenzaron a extenderse por TikTok unos vídeos en los que dos presentadores, sentados en un plató con sus ordenadores delante, daban el «dato innecesario del día» o comentaban publicaciones de Reddit. Los vídeos, que apenas duraban 10 segundos, parecían ser cortes de los mejores momentos de un programa más largo y tuvieron un éxito casi inmediato.
Los Tosta2, que así se llamaba el programa, comenzó a arrasar también en Instagram. Aquellos que, llevados por la curiosidad, decidieron buscarlo en sus plataformas de pódcast de confianza no encontraron absolutamente nada. Ni rastro. ¿Qué estaba ocurriendo? Cuatro meses después, Albert Rei, uno de los presentadores, decidió aclararlo todo en una publicación en LinkedIn. Para entonces ya tenían más de 400.000 seguidores y varios millones de visualizaciones.
«Hace un tiempo, me propuse el reto de encontrar formatos que pudieran servir para crear pódcasts virales para plataformas como Spotify, Amazon Music o cualquier otro servicio de streaming», explica Albert Rei. «Para ello, inicié un proceso de detección de tendencias y acabé encontrando un hueco en el mercado, por decirlo de alguna manera. Una fórmula para crear un pódcast viral».
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Rei no es precisamente un novato en el mundo de internet. Trabajaba como advisor de TikTok y redes sociales para varias empresas, entre ellas Universal Music. Durante los últimos años se había dedicado precisamente a analizar las tendencias de internet para convertirlas en oportunidades de negocio para sus clientes.
Su compañero frente a los focos es Óscar Durán, amigo de Rei desde hace más de diez años, y con una carrera, hasta ese momento, totalmente alejada de la comunicación. Completaba el equipo Javier Sánchez, responsable de la edición de los vídeos y quien, a pesar de su juventud, ya había trabajado para YouTube y El chiringuito de Jugones.
«La idea de Albert justo coincidió con que, solo unos días antes, yo le había dicho que me gustaría sacar adelante algún proyecto juntos que no tuviera nada que ver con mi trabajo», recuerda Oscar Durán.
Después de que Rei enviara su idea a varios servicios de streaming y no recibir ninguna respuesta, los amigos pensaron que quizá este era el proyecto que estaban buscando para colaborar juntos. «Me quedé un poco frustrado por la falta de respuesta», reconoce, «pero estaba convencido de que la idea tenía mucho potencial. Por eso decidí no quedarme parado. Al momento cogí el teléfono, llamé a Oscar y le dije: “¿Recuerdas que querías hacer algo conmigo? Pues tengo una idea un poco loca para arrancar en TikTok con la que creo que lo podemos petar bastante”. Y así empezó todo».
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El proyecto tenía, pues, aparte de las ganas de dos amigos de pasar un buen rato juntos, un aspecto casi de experimento social: demostrar que era posible crear un movimiento, un canal viral dentro de TikTok, para reunir una audiencia, crear un formato y a partir de ahí producir un pódcast que trasladara la audiencia desde TikTok a Spotify o a Amazon Music. Podríamos decir que casi se trataba de construir la casa por el tejado, creando un entusiasmo en la audiencia que propiciara posteriormente un éxito seguro al lanzar el contenido. Ambos objetivos se estaban cumpliendo con creces.
Tras el lanzamiento, el primer mes consiguieron unos 1.000 seguidores. «Nos tomamos esas primeras semanas como una prueba, porque ninguno de los dos tenía experiencia hablando a cámara y se hace un poco complicado al principio», comenta Albert Rei.
«En el segundo ya empezamos a coger la dinámica y a entender lo que quería la gente. Entonces la cosa explotó: llegamos a los 100.000 seguidores. El segundo mes empezamos a aumentar una media de 2.000 o 3.000 seguidores al día». Cuando se hizo esta entrevista, ya estaban en 330.000 y esto solo hablando de TikTok. En Instagram también habían conseguido 125.000 seguidores. Y eso solo a nivel numérico.
«Yo creo que el resultado que más nos sorprendió fue darnos cuenta de que estábamos creando una comunidad. De repente, tanto Óscar como yo, que no éramos conocidos antes de esto, teníamos miles de seguidores que nos pedían más contenido, que querían directos en Twitch, vídeos de YouTube, pódcast enteros y miles y miles de comentarios de personas que necesitaban el dato innecesario del día para irse a dormir tranquilas».
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«También habíamos empezado a notar que la gente nos reconocía por la calle —dice Durán—, que es algo que no esperábamos y que, la verdad, resultaba raro».
Aunque este éxito pueda parecer algo sencillo, era fruto de un profundo análisis previo, tal y como detalla Albert Rei: «Digamos que en el estudio previo podríamos distinguir dos partes. La primera de ellas es el trabajo de seguimiento que yo llevaba realizando desde hace años de todas las redes sociales, y especialmente en TikTok: qué es lo que triunfa en la plataforma, cómo realizar los vídeos tanto a nivel técnico como a nivel conceptual, duración, tipo de grabación, lenguaje, etcétera».
«Por otro lado, y creo que más importante, para la creación de LosTosta2, detectamos dos tendencias que estaban triunfando mucho dentro del mundo de las redes sociales y que nosotros podíamos explotar», sigue explicando Rei.
La primera era la de los pódcast, es decir, muchísimas plataformas estaban apostando por este tipo de contenidos. Los estaban potenciando incluso dentro de la plataforma de TikTok, donde cada vez hay más pódcast en vídeo. La segunda de las tendencias es la de las curiosidades.
«Nos dimos cuenta de que en el mundo anglosajón había un tipo de contenido que triunfaba basado en historias curiosas y bastante salvajes, que solían salir de Reddit, y que llamaban muchísimo la atención, reuniendo millones y millones de visitas. Por lo tanto, podríamos decir que combinamos estas dos tendencias y las adaptamos un poquito a nuestra manera de hacer para generar el tipo de contenido que hacemos ahora mismo».
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Pero antes de publicar el primer vídeo había multitud de temas técnicos y logísticos que solucionar. «Necesitábamos un plató con todo lo necesario para grabar y también un editor de vídeo, ya que nosotros ni podíamos ni sabíamos hacer esa parte del trabajo», afirma Óscar Durán. «Lo primero que hicimos fue buscar un editor. Dimos con Javi y fue un acierto absoluto. Lo segundo fue hacernos con todo el material: compramos micros, una mesa. Bueno, más bien construimos una mesa. Creamos y fabricamos un logo para el fondo, compramos focos, una mesa de audio… Bueno, todo lo que hacía falta».
«Montamos el plató en mi casa, en una habitación», cuenta Albert Rei. Entonces ya se les estaba quedando pequeño y estaban buscando otro lugar para mudarse todos juntos. Necesitaban más espacio y una buena conexión a internet para hacer directos en Twitch; esa era la siguiente fase, que implicaba la creación de mucho más contenido, que hasta ese momento se había administrado en pequeñas cápsulas.
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«Nos llevaban un montón de tiempo pidiendo que hiciéramos el pódcast completo, que hiciéramos directos en Twitch, y era justo lo que queríamos hacer», explica Durán. «Nuestra idea era producir programas más extensos siguiendo la misma filosofía que nos había inspirado hasta ese momento».
«Queríamos empezar a explorar un poquito más allá de los datos innecesarios y abrirnos a otro tipo de temas. Ahora que ya teníamos la audiencia y que la gente se interesaba por nosotros, por nuestra opinión y demás, era hora de hacer lo que nos están pidiendo y, sobre todo, de seguir disfrutándolo como hasta entonces». Y a juzgar por el resultado a día de hoy, vaya si lo han conseguido.
