Si hubiera que definir de alguna manera a Piers James, podríamos bautizarlo como un rebelde de las emociones. El cantante, productor y compositor británico reivindica un presente sin miedo a expresar lo que uno es realmente.
«Como hombre, creo que hemos crecido en un mundo que nos ha enseñado a ser siempre fuertes. No seas emocional. No llores. No hagas esto», dice James. Por eso, su revolución es la de que cada uno aborde sus emociones sin miedo a los errores que la sociedad pretende construir en nosotros.
La importancia de la lírica de Piers James es la consecuencia directa de dónde está el músico: anclado en su tiempo. Y eso incluye, vivir intensamente lo que ha ocurrido en los últimos meses. «Especialmente ahora, que ves que las tasas de suicidio aumentan, especialmente durante el confinamiento (también para los hombres), creo que es muy importante expresarte y hablar con tus amigos», reclama el londinense.
Las texturas de los sonidos de su música son las que construyen el catálogo de sensaciones que ofrecen sus canciones. James comenzó escuchando en casa los sonidos reggae de UB40 que escuchaba su madre, pero no tardó mucho en empezar a bichear por sí mismo.
Dice que The Sidewinder de Lee Morgan y diversas mixtapes de grime han hecho de él el fino estilista que se mueve entre el jazz, el soul, el R&B. Con esos sonidos, afirma, se dio cuenta que la música era algo más que sonido. «Todo aquello me dio la energía para ver que la música es más una expresión. Sí, es energía, es la vibración. Pero a medida que superé eso, crecí con la sensación de que quería pasar a un terreno de sentimientos más conscientes, algo que fuera más profundo para mí y mis experiencias por las que estaba pasando cuando era adolescente y estaba creciendo».
Black Lives Matter ha devuelto a Piers James esas imágenes del pasado. Lo que ocurrió durante 2020 le hizo «revivir algunas de las cosas que había pasado en la escuela siendo yo, ya sabes, de un área predominantemente blanca. Ahora me doy cuenta de que aquello fue racismo. Ser insultado por el color de tu piel no está bien. Y creo que en este momento es importante para nosotros tomar partido».
En 2021, la misión es otra: volver a retomar el contacto con el público. Piers James dice que ha aprovechado el parón y la soledad para aportar más lirismo a su música por lo que ahora está listo para volver a los escenarios a mirar a los ojos a su público y tratar de transmitirles la intensidad extra que ha intentado moldear en confinamiento.
Al británico se le nota que está ansioso por volver a girar. «Ya antes del confinamiento quería explorar y viajar. En 2021 tenemos que volver a hacer shows, conectar con los fans y conectar con la gente. No puedes reemplazar eso a través de las redes sociales. No puedes simplemente quedarte en casa y poner música. Creo que es algo que tenemos que recuperar. Creo que la música es una parte importante de la vida de todos».
En Garden of Eden, una de las canciones que Piers James ha interpretado en las Paper Sessions by OCB, el músico trata de recupera la propiedad de su propio destino en un tiempo en el que parece que multitud de factores y circunstancias están decidiendo por nosotros. Dice que la canción habla de aprender de tus errores y ser responsable de tus propias acciones.
La música de Piers James es una huida de lo que la vida y la sociedad tienen preparado para nosotros, una rotura de corsés predestinados y una revolución de libertad. Como explica, «todo va de ser tú mismo. Sea cual sea el sonido que te gusta, sean cuales sean tus gustos musicales, has de traerlos a tu música. Tengo un gusto bastante ecléctico. No escucho solo rap. Escucho indie, jazz o rock».
Esa es la revolución que Piers James ha llevado a las Paper Sessions by OCB, la de enarbolar la emoción y la identidad de lo que uno es.
