The Americans toma un tópico y lo reconstruye en tres escenas y un plano demostrando que «más vale partir de un tópico que acabar en él», como a Hitchcock le gustaba decir.
(ABAJO, UN PUÑADO DE ESPÓILERS).
Una situación que hemos visto en muchas películas: El protagonista está liado con dos mujeres y a ambas las lleva al cine a ver la misma película. Un día una y otro día otra. Una mujer llora y otra ríe con la película o ambas sienten lo mismo. En cualquier caso, el protagonista masculino actúa igual con una y con otra, y mantendría similar rutina con una tercera mujer si la hubiera. El argumento de películas con escenas como éstas es simple: ¿A quién elegirá el protagonista? Y con esta premisa, muy rara vez, el protagonista llega a cuestionar lo que hace.
The Americans utiliza este tópico de otra manera. Antes de exponer el resultado recordemos los antecedentes: Nina es una funcionara de la embajada rusa que hace pequeños hurtos a su propio Gobierno. El agente del FBI Stan Beeman amenaza a Nina con delatarla a Moscú si no se convierte en informante. De esta manera inician una relación bajo el código tú-hablas-y-no-te-delato, que pasa a tú-hablas-y-te-saco-de-Rusia. Nina se entrega Stan ya por miedo, ya por las promesas de huir de Rusia o para mantener un doble juego que pudiera beneficiarla. Una entrega que para Nina acaba en una implicación emocional no correspondida.
En este punto, The Americans recurre al tópico del hombre que lleva a dos mujeres por separado a ver la misma película. Las imágenes lo exponen de manera clara:
El personaje interpretado por Meryl Streep cuenta cómo ha dejado atrás todos los convencionalismos, cómo lo perdido todo… Quizá para nada…
Con esta secuencia dramática, The Americans demuestra cariño a los detalles, es un ejemplo sobre cómo introducir una cuestión delicada y cómo reutilizar un tópico.
CARIÑO A LOS DETALLES
Entre las pretensiones de Stan no estaba convertirse en amante de Nina. Están es un hombre de familia y aunque inteligente tiene cierta ingenuidad. Se ha liado con Niña porque ha surgido la oportunidad y ahora no sabe cómo dar marcha atrás. De alguna manera considera que así controla a Nina y que es su deber. Sin embargo, Stan no sabe manejar sus propias emociones. Las duras palabras de Nina le hacen recapacitar sobre si está siendo justo con ella.
Stan no es un tipo cínico, tampoco actúa con Nina prevaliéndose de su superioridad y desde luego no es uno de esos tipos que seducen como entretenimiento. No tiene experiencia en esto. Por esto le duelen las palabras de Nina. Y todo esto se concentra en tres escenas y se sintetiza en un plano.
NINA Y UNA CUESTIÓN DELICADA
Nina necesita expresar qué siente en la relación. Puede que La mujer del teniente francés le haya hecho tomar conciencia de su status o quizá esperaba el momento oportuno. La cinta de vídeo le da pie a ello. Y de este modo la escena surge de manera natural.
REINVENCIÓN DEL TÓPICO
La secuencia dramática ilustra una de las enseñanzas de Hitchcock:
Más vale partir de un tópico que acabar en él
Un guionista no debería rechazar un tópico como posibilidad para resolver una secuencia o una escena. Debería considerar si partiendo del tópico puede llegar a un nuevo lugar. En The Americans el tópico del hombre y las dos mujeres y el cine contribuye a fijar el carácter de Stan.
The Americans está cuajada de secuencias, escenas y planos que revelan cuánta atención se ha puesto en los detalles, y la convierten en una de las series más contundentes del momento.
The Americans: Detalles de un remordimiento
