Para reivindicar las periferias creativas, lo mejor es llevárselas a la huerta

Una huerta para ilustrarla

Fuera de ciudades como Madrid y Barcelona se hacen muchas cosas y muy buenas, pero el peso de estas dos capitales es tal que acaba eclipsando todo aquello que se sale de sus límites.

Teresa Camino y Alba Molina, dos jóvenes profesionales con experiencia en el campo de la comunicación y de la ilustración, se propusieron dar altavoz a la buena creatividad que se estaba haciendo en su región, Murcia. ¿Pero cómo hacerlo para conseguir un formato atractivo y que llegara a la mayor cantidad de público posible?

Una huerta para ilustrarla
Rodaje de ‘Una huerta para ilustrarla’

La respuesta vino en seguida: en formato de serie documental que subirían a YouTube y que hablara de lo que ellas denominan periferias creativas. Faltaba un nombre, pero la respuesta también vino sola: Una huerta para, que en su segunda temporada, centrada en la ilustración, llevaba la coletilla _Ilustrarla.

A través de tres capítulos, Camino y Molina mantienen conversaciones informales y distendidas con algunos de los ilustradores y diseñadores gráficos más destacados de su región. ¿Es posible desarrollar una carrera creativa lejos de Madrid y Barcelona?, ese es el planteamiento original que permite después tocar otros asuntos como la autoexplotación laboral, el síndrome del impostor, la importancia de sentirse vulnerable y lo que ha provocado en cuanto a generación de contenido la democratización de internet, entre otros temas.

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Fellas
Una huerta para ilustrarla
Ladies Murcia

Lo de aludir a la huerta no es casual: «creemos que es lo que une todo lo que queremos hablar», justifican sus creadoras. «Para nosotras la huerta no es solo un lugar físico, es una forma de ver el mundo, abrazando de dónde venimos, nuestra raíz, nuestro acento y nuestras costumbres (las buenas), dejando que también entre lo nuevo, todo lo que está por venir. Por otro lado, para nosotras la huerta en sí es un margen; es hablar de lo que no se habla o no está en el discurso mainstream, es darle voz a otras voces».

Durante la pandemia, Molina y Camino publicaron un primer capítulo en el que recorrían la región hablando con diferentes profesionales de la música, tratando de descubrir si existía un sonido murciano. «Después de publicar el primero, nos dimos cuenta de que no solo queríamos hablar de la música, sino que queríamos contar otras disciplinas culturales y artísticas, así que seguimos con el diseño gráfico y la ilustración».

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Rodaje
Una huerta para ilustrarla
Rodaje: Alba, Teresa y Natalia

Prepararon un guion y planificaron las preguntas que iban a formular a los protagonistas de la series, pero siempre con la idea clara de que dejarían fluir la conversación. Es ahí, explican, «donde reside la auténtica esencia, sin estructurarlo todo demasiado y dejándonos llevar por las respuestas de los y las participantes. Llevamos por bandera la expresión estar de cháchara, hablar por hablar y dejarnos llevar en cada conversación». La estructura de cada episodio vendría después, en el proceso de edición. «Ahí le dimos forma y decidimos que no iba a ser solo un capítulo, que iba a ser una temporada de tres capítulos».

Una huerta para ilustrarla
Evento de presentación en El Colmado (Murcia)

Y empezó entonces el proceso de selección de participantes. «Sentíamos una necesidad de contar lo que aquí sucede en el mundo del diseño y la ilustración porque no hemos parado de ver proyectos superinteresantes desde hace varios años», aclaran Molina y Camino. «Desde referentes ya consolidados como Rubio y del Amo, dando vida a campañas para diferentes ministerios, a Mati, de Casa Chiribiri, creando la imagen de otros proyectos más cercanos y de sensibilización ambiental como Historias de mi barrio. Son solo dos muestras de lo que sucede en la Región de Murcia y que pueden ser ejemplo de lo mucho y bien que se trabaja desde los márgenes».

Una huerta para ilustrarla
Rodaje
Una huerta para ilustrarla
Rodaje

«La verdad es que cuando nos pusimos a elegir participantes escribimos un montón de nombres», explican. «Las dos nos sentíamos inspiradas por muchas personas de la Región. La selección final fue por intentar captar la esencia de lo que se crea aquí, hablando con personas que hacen cosas muy diferentes. No solo teníamos en cuenta el trabajo creativo, sino el discurso que tenía cada uno. Por ejemplo, para nosotras era muy importante dialogar con personas con conciencia social».

Para las creadoras de Una huerta para, lo más limitante para un creativo en la periferia es enfrentarse al estigma de que su mirada no sea igual de importante que la de alguien que vive en una gran ciudad. «Son muchas las veces que el relato de las periferias no se tiene en cuenta. En el mundo del diseño, en concreto, si entendemos este como disciplina que busca soluciones, ¿qué pasa si diseñamos solo teniendo en cuenta los problemas de una parte de la población? ¿Y el resto?

Una huerta para ilustrarla
Buas

Pero, por otro lado, también creen que son muchas las ventajas de trabajar en los márgenes. «Al ser un sitio más pequeño, es más fácil darte a conocer, generar vínculos con otros estudios y profesionales, la calidad de vida que puedes tener viviendo en un lugar pequeño…», enumeran.

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Rodaje con Ladies Murcia

El primer capítulo tiene como protagonistas a Natalia Mirapeix y Laura Árbol. En la segunda entrega, Casa Chiribiri, Buas y Fellas hablan de su proceso creativo y de cómo viven su carrera en Murcia. Y en el tercer y último, la conversación es con Ladies Murcia y Víctor Clemente, respectivamente.

¿Tendrá continuidad este proyecto?, es la pregunta que viene a continuación. «Primero queremos asentar bien todo este proceso que hemos vivido con _Ilustrarla, aprender de los errores y afianzar los aciertos, conseguir patrocinadores ahora que ya tenemos una muestra clara de lo que somos capaces de hacer y de cuáles son nuestras pretensiones y estilo», responden Teresa Camino y Alba Molina.

«Nos encantaría poder mostrar el gran talento y a muchísimas personas de diferentes disciplinas. En este capítulo lo hemos dado todo literalmente y queremos consolidar este proyecto que creemos tan especial y necesario. Queremos hablar con otras disciplinas y que existan muchas “huertas para”: para saborearla, filmarla, habitarla, leerla, investigarla…».

Además de en su Instagram y en su canal de YouTube, puedes ver la serie en Oculto TV.

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