Que la verdad verdadera no reside en quienes durante tantos años han tenido el poder de contárnosla se ha visto más que confirmado con los acontecimientos de los últimos años. Tampoco significa que todos los demás que hoy poseen la capacidad de informar sean poseedores de ella. Pero desde que existen webs como Menéame hemos tenido la capacidad de acceder a un panorama mediático más plural.
Entre noticias de grandes medios que llegaban a portada, aparecían destacadas las reflexiones ácidas de Mi mesa cojea, las noticias inventadas de El Mundo Today y las que deberían serlo de Parece de El Mundo Today. Las finas diatribas contra España que despachaba cada cierto tiempo David Jiménez desde su blog o las primeras entrevistas kilométricas de Jot Down, que se dieron a conocer en parte gracias a esta página.
Además de estos medios en ciernes se colaban informaciones en primera, cuya presencia era fugaz y conectada a un acontecimiento específico. Un experto ingeniero de Salamanca aportaba una opinión muy cualificada sobre un accidente ferroviario en su bitácora personal o un link dirigía a YouTube con imágenes de agresiones policiales mucho antes de que llegase a las grandes cadenas. Información interesante sin importar de dónde viniese.
Yorokobu fue uno de esos medios absolutamente desconocidos, cuando nació en 2009, que empezó a ganar lectores nuevos a través de Menéame. De tener entre 1.500 y 3.000 visitas al día en nuestros primeros meses a llegar a portada nos abría la puerta a decenas de miles de lectores en una sola mañana. En un día éramos capaces de atraer más audiencia que en el resto del mes.
Esto ocurría simplemente porque la comunidad de esta página con su particular idiosincrasia había considerado que una noticia merecía estar allí. Sin invertir grandes sumas de dinero en marketing ni tener que pedir favores envenenados a otros medios para que te promocionasen.
Para nosotros y muchos otros proyectos en ciernes, los agregadores son un gran nivelador. Te permiten cada cierto tiempo competir entre iguales con los medios de toda la vida para tener la atención de decenas de miles de lectores.
Hacen más fácil que el talento y las ideas frescas salgan a la superficie. Aportan una pluralidad que ha desaparecido de los debates televisivos que pagamos todos los españoles.
Por eso, sorprende leer las noticias de las últimas semanas. El gobierno junto con la AEDE está preparando una ley que podría acabar con Menéame. El borrador propone que todos los medios de este tipo tendrán que pagar un canon. Una medida miope que, según ellos, está destinada a compensar las pérdidas ocasionadas por los agregadores, cuando la realidad es que Menéame les envía millones de visitas cada año.
Pero el daño potencial no acaba aquí. La ley tiene implicaciones serias sobre el derecho a cita y muchos otros elementos que van en contra de la libertad de la Red y el libre flujo de las ideas como bien explica Antonio Delgado en este artículo.
No sorprende demasiado que esta ley venga impulsada por unos medios que cuentan con cargos importantes que escuchan a un ponente hablar de periodismo 360 y lo confunden con periodismo 3.60. Sí, habéis leído bien, dejamos atrás la era del 2.0, pasamos al 3.0 y ahora lo que se lleva es el 3.60.
La comunidad de Menéame ha reaccionado boicoteando todos los medios adscritos a la AEDE logrando que ninguna de las noticias de estos periódicos llegue a portada. Un mes después del anuncio hay una calma tensa, pero todo sigue apuntando a que la ley se aprobará, una medida que muy probablemente acabaría en el cierre de la web.
Una afrenta más de una casta privilegiada en contra de aquellos que luchamos con dignidad para sacar adelante nuevos medios sin este tipo de prebendas. Un paso más para empobrecer la pluralidad menguante en este país.
—
Para aquellos interesados en parar este despropósito, os invitamos a apoyar la Coalición Pro Internet.
Si queréis saber más sobre las implicaciones de la ley, recomendamos los siguientes artículos:
Derecho por agregación de contenidos en la reforma de la LPI y su impacto a servicios de internet
Desmontando el Canon de la AEDE
Canon AEDE, efectos colaterales: Disparo a los agregadores y mato al enlace
Menéame es un gran nivelador y el Gobierno quiere destruirlo
