Lo hemos visto en películas futuristas, en dibujos animados y hasta hemos observado a un hermano de Homer Simpson crear una máquina que lograba traducir los balbuceos de su sobrina Maggie. Ya cerca de rozar el primer cuarto del siglo XXI, parece que aquel recurso de la ciencia ficción no era tan descabellado. Unos intrépidos escandinavos están preparados para poner a hablar a los perros en lenguaje humano.
No More Woof (No más ladridos) es un proyecto de la Sociedad Nórdica para la Invención y el Descubrimiento, quien se ha afanado en aplicar la tecnología más puntera en microcomputadoras y electroencefalogramas para lograr que los ladridos y las señales eléctricas de los cerebros de los cánidos sean capaces de revelar las pretensiones de estos animales y hacerlas sonar en palabras.
La pregunta que se hicieron estos científicos fue: ¿qué estará diciendo un perro cuando ladra? “Comenzamos a identificarlo”, cuenta un portavoz del laboratorio. “Y fue más sencillo de lo que se podía pensar. Simplemente hemos utilizado tecnologías ya existentes para una nueva área”. A través del espectro de patrones específicos con los que la mente define las emociones de los animales y los humanos, se pueden identificar algunos sentimientos como el cansancio, el enfado, el hambre o la curiosidad. “En nuestro invento, unos encefalogramas graban estas ondas mientras que una interfaz cerebral computarizada las convierte en palabras usando Raspberry Pi”.
Sus primeros prototipos los equiparon con bocinas que pitaban cuando identificaban alguno de esos sentimientos, y más tarde pudieron sustituir esos pitidos por palabras inteligibles. Pusieron a hablar a los perros. Aunque de momento su máquina solo logra hacer que los canes hablen en inglés y con una misma voz, ya están trabajando en diferentes alternativas para lograr diferentes timbres y géneros según la raza y la personalidad de cada animal, y están desarrollando diferentes versiones en español, francés y chino mandarín.
Por el momento, a juzgar por las aportaciones que está realizando el público para No More Woof a través de la plataforma de crowdfunding Indiegogo, parece que a la sociedad le ha interesado mucho la ocurrencia. La intención de estos emprendedores es que de aquí a poco tiempo su tecnología esté suficientemente desarrollada para dar un nuevo paso en la relación generalizada del hombre con su mejor amigo. Los perros parlantes ya no son cosa del futuro.